Economía y mercados
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Cuando monitorear los mercados es el trabajo diario, se empieza a pensar que cada dato, cada movimiento de precios, es el más importante.
Lo cierto es que la nueva información es un hilo que, con el tiempo, se entrelaza con otros para crear una imagen completa sobre la economía y los mercados financieros. Si bien rastrear datos diariamente es fácil, lo que sí puede resultar más difícil es ver los patrones que se van formando.
Esta semana damos un paso atrás para identificar las principales tendencias que se formaron durante el primer trimestre del año.
En lo que va de año, solo Estados Unidos ha publicado 65 nuevos datos de inflación, aproximadamente uno por día hábil. El más importante es el deflactor de Gastos de Consumo Personal, medida preferida de la Reserva Federal para estimar los precios generales al consumidor, que actualmente se sitúa en 2,5%. Este nivel es inferior al máximo registrado en junio de 2022 de más de 7%, y similar a la tasa de inflación mediana desde 1980. Si bien los precios continúan ~50 puntos básicos por encima del objetivo de 2%, se han normalizado de tal manera que deberían permitir reducir las tasas de interés varias veces este año, opinión reiterada esta semana por el presidente del banco central, Jerome Powell.
Lo que es aún más alentador es que la inflación se está normalizando al mismo tiempo que el “lado de la oferta” de la economía (el que realmente produce bienes y servicios) parece estar agregando capacidad. La participación de la fuerza laboral en edad productiva en Estados Unidos se encuentra en los niveles más altos desde principios de la década de 2000, ayudada por un aumento de la inmigración. Cada trabajador también está generando más. Después de contraerse durante la mayor parte de 2022, el incremento trimestral de la productividad se ha recuperado a niveles más normales. Todo esto sugiere que un crecimiento continuo puede no necesariamente conducir a una segunda ola de inflación no deseada. Buenas noticias, porque…
En 2023, la economía estadounidense registró un desempeño superior al de la mayoría de las regiones y estuvo también por encima de las expectativas de los economistas. En lo que va de 2024, hay señales de que el crecimiento de Estados Unidos sigue siendo fuerte y de que el del resto del mundo también podría comenzar a acelerarse.
Los datos económicos mundiales han venido excediendo las expectativas al ritmo más alto en más de un año, y Estados Unidos sigue liderando el camino. En lo que va de año, el crecimiento del empleo estadounidense ha generado 243 mil trabajos adicionales a los previstos, las encuestas de gerentes de compras sugieren que la actividad manufacturera parece estar expandiéndose por primera vez desde 2022 y la confianza del consumidor está en el nivel más alto desde la reapertura de la pandemia, a mediados de 2021. La Reserva Federal de Atlanta espera que el Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre se ubique por encima de 3%.
En Europa, el estancamiento por las interrupciones del suministro de energía y las crisis de precios parecen haber terminado. Los indicadores generales de impulso económico y percepción, como los índices de gerentes de compras manufactureras, la confianza de los consumidores y las encuestas sobre el estado de las empresas, se están recuperando. Las expectativas económicas alemanas están en sus niveles más altos desde la invasión rusa a Ucrania. Si el Banco Central Europeo sigue el paso de la Reserva Federal hacia tasas de interés más bajas, el repunte del crecimiento se podría solidificar.
En China, la demanda interna sigue siendo débil, pero hay signos de fortaleza en las exportaciones y producción de las fábricas, mientras que el resto de Asia debería contar con el apoyo de la inversión de capital tecnológico global. Los bancos centrales latinoamericanos ya están reduciendo las tasas de interés para estimular el crecimiento y precios más altos de las materias primas (los metales industriales se están recuperando de sus mínimos de tres años) podrían respaldar a los exportadores.
El ciclo mundial de subidas de tasas congeló las actividades sensibles al crédito, como la emisión de deuda, transacciones de capital privado, fusiones y adquisiciones y la rotación en el mercado inmobiliario residencial de Estados Unidos. Ahora que inversionistas y bancos centrales sienten que el ciclo de alzas ha terminado, el deshielo está en marcha.
En Estados Unidos, las corporaciones con grado de inversión emitieron 530 mil millones de dólares en deuda nueva durante el primer trimestre de 2024, cifra récord para un primer trimestre. Al mismo tiempo, los costos de endeudamiento se mantuvieron relativamente estables, a pesar de mayores rendimientos soberanos impulsados por la sólida demanda. El hecho de que los mercados de deuda estén volviendo a alinearse sugiere que tanto las empresas como los inversionistas se están aclimatando al entorno de tasas más elevadas. Si bien las emisiones de deuda de alto rendimiento en el primer trimestre no lograron alcanzar un nuevo máximo, sí se duplicaron con respecto al año pasado.
Igualmente, el volumen de fusiones y adquisiciones en América del Norte ha aumentado más de 75% respecto al año anterior y el inventario de viviendas residenciales en venta en Estados Unidos se ha estado expandiendo durante 20 semanas consecutivas. Una mayor oferta disponible debería generar más transacciones y, al mismo tiempo, mantener los precios bajo control.
La confianza de los inversionistas también ha dado un giro. Las encuestas indican que el número de alcistas no había superado al de los bajistas en la proporción actual desde finales de 2021. Asimismo, las entradas netas a fondos de acciones del mundo desarrollado ya casi alcanzan los 100 mil millones de dólares, mientras que en esta misma época el año pasado se había registrado una disminución de más de 20 mil millones de dólares.
La actividad en los sectores intensivos en crédito ha comenzado a descongelarse simplemente porque los bancos centrales han indicado que pronto llegará el momento de bajar las tasas. Un factor decisivo para 2024 y años posteriores es la capacidad de respuesta de estos sectores a los recortes que se realicen.
El contexto para las carteras de inversión es constructivo. La inflación está cayendo, pero no demasiado rápido. El lado de la oferta de la economía está mejorando. El crecimiento mundial se está acelerando después de un período difícil y la actividad del mercado de capitales también se está recuperando. Los precedentes de desempeño de las acciones durante los ciclos de recortes de tasas fuera de una recesión son claros: en promedio, el S&P 500 se recupera más de 30%.
Esperamos que las carteras de inversión diversificadas sigan teniendo un buen desempeño en 2024, aunque, probablemente, no estarán exentas de turbulencias. Los inversionistas están nerviosos por el aumento de los precios de las materias primas, mientras que las tensiones geopolíticas y las elecciones a menudo provocan episodios de volatilidad. Cabe señalar que el año calendario promedio desde 1980 ha visto una caída en el S&P 500 de alrededor -14%. Sería extraño que no tuviéramos una corrección de magnitud similar en algún momento. Como referencia, la venta masiva actual es de solo -2%.
Si bien las valuaciones elevadas pueden hacer reflexionar a algunos inversionistas, esperamos que el desempeño se amplíe a otras áreas menos altas, como las acciones estadounidenses de pequeña y mediana capitalización y las europeas. Los rendimientos de la renta fija con grado de inversión, cercanos a 5%, ofrecen un cupón decente y un potente colchón en caso de que el crecimiento se debilite materialmente. Los bonos están listos para hacer su trabajo en las carteras de inversión.
Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a diseñar la cartera adecuada para que usted y su familia aprovechen el repunte.
Todos los datos económicos y de mercado son a abril de 2024 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
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