Estrategia de inversión
1 minuto de lectura
América Latina es rica en recursos naturales como el litio, petróleo y cobre123. Sin embargo, en el mundo actual, el crecimiento depende cada vez más del entorno digital4. La región ha logrado avances significativos en materia de conectividad, con una adopción de internet que prácticamente se ha duplicado en la última década5. La infraestructura digital respalda la productividad, inclusión y competitividad, pilares que impulsan la vitalidad económica y fortalecen el bienestar social6. Por ejemplo, en 2023, solo la inteligencia artificial (IA) aportó alrededor de 1,1% al Producto Interno Bruto (PIB) de 17 países latinoamericanos7.
Por su parte, los ciudadanos de la región muestran optimismo respecto al potencial transformador de las tecnologías digitales: el 78% de los usuarios de IA confía en que facilitará su vida8.
Sin embargo, bajo este impulso, los grandes avances en acceso conviven con brechas persistentes en velocidad, asequibilidad e infraestructura. Las zonas rurales siguen desatendidas, ya que muchas aún carecen de banda ancha de alta velocidad y millones de personas no pueden costear planes de datos ni dispositivos. A medida que la economía global avanza hacia un futuro impulsado por la inteligencia artificial, América Latina enfrenta una pregunta crucial: ¿podrá construir las bases digitales necesarias para un crecimiento inclusivo o el progreso desigual acabará por rezagarla?
Durante la última década, la región ha logrado avances significativos: la adopción de internet pasó del 43% en 2012 a casi el 78% en la actualidad, superando a grandes economías, incluida China. La conectividad fija y móvil también ha mejorado de forma notable, impulsada por la reducción en los precios de los equipos y la expansión de la cobertura. Por ejemplo, en Chile, el uso de internet aumentó del 55% en 2012 a más del 90% actualmente.9 Brasil, México y Argentina le siguen de cerca, en parte gracias a programas de inversión pública y a la cooperación internacional orientada a reducir las brechas de acceso10.
Por su parte, la conectividad móvil ha crecido con rapidez por la caída en los precios de los dispositivos y la ampliación de las redes. Entre 2014 y 2025, el número de personas con acceso a internet desde el celular se duplicó, al pasar de 220 millones a más de 450 millones. Las tecnologías y los servicios móviles ya representan más del 8% del PIB latinoamericano, un recordatorio del papel cada vez más relevante de la economía digital.
A pesar de estos avances, el salto digital de América Latina sigue incompleto. La penetración de internet continúa por debajo de la de los países de altos ingresos, donde supera el 90%11. Desde los “desiertos” de banda ancha rural hasta la limitada capacidad de la nube, la región permanece rezagada frente a sus pares globales12. En 2021, solo cerca de la mitad de los latinoamericanos tenía acceso a banda ancha fija13 y menos del 40% utilizaba servicios 4G de forma habitual14.
En otras palabras, la conectividad ha mejorado, pero América Latina aún avanza en “segunda marcha”, con redes inestables, calidad deficiente y amplias brechas en el uso. En un mundo cada vez más definido por las conexiones digitales —y al borde de una revolución impulsada por la inteligencia artificial— estas limitaciones representan un serio obstáculo. De hecho, según responsables de políticas de IA en la región, las principales barreras para su adopción son las deficiencias de infraestructura y falta de inversión15.
La economía explica buena parte de la brecha. El acceso puede existir, pero la asequibilidad y conocimiento digital siguen rezagados. Las altas tarifas de banda ancha, baja alfabetización digital y escasez de contenido local han limitado la adopción, especialmente entre los sectores más vulnerables. Aunque la cobertura móvil alcanza hoy a la mayoría de las zonas pobladas, el acceso digital significativo sigue siendo, en gran medida, un privilegio urbano y de clase media. El resultado es una región conectada, pero desigualmente.
La desigualdad también se manifiesta en el panorama digital de América Latina. Los sectores urbanos de mayores ingresos disfrutan de fibra óptica y planes de datos ilimitados, mientras millones de personas en áreas rurales o de bajos recursos siguen desconectadas. La brecha entre ricos y pobres es abrumadora: las tasas de uso de internet pueden diferir en más de 50 puntos porcentuales entre los hogares del quintil superior y los del inferior dentro de un mismo país16. Por ejemplo, en Honduras, cerca del 55% de la población urbana utilizaba internet en 2019, frente a solo el 20% de la rural17. Encuestas en toda la región muestran brechas similares. Las comunidades indígenas y remotas son las más rezagadas, con muchas aldeas que aún esperan una señal telefónica estable o una conexión de banda ancha.
El costo de la conectividad es uno de los principales factores detrás de la brecha digital en América Latina. En promedio, un plan de datos móviles de un gigabyte (GB) equivale al 2,7% del ingreso mensual, muy por encima del umbral de asequibilidad del 2% establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU)18. Para las familias de menores ingresos, el gasto resulta simplemente inaccesible: un plan básico puede representar entre el 8% y el 10% del ingreso mensual del 20% más pobre de la población.
Incluso los dispositivos son un obstáculo para muchos hogares. El teléfono inteligente más económico con acceso a internet cuesta entre el 4% y 12% del ingreso mensual promedio, y en países como Guatemala y Nicaragua puede alcanzar entre el 31% y 34%19. En Haití, la cifra asciende a un asombroso 84%. No sorprende, entonces, que la adopción de internet guarde una relación directa con el nivel socioeconómico. La pobreza digital se superpone a la económica: quienes tienen menos recursos también suelen tener menos acceso a la información.
Las consecuencias sociales son profundas. Los estudiantes de zonas rurales intentan aprender con libros de texto obsoletos, mientras sus pares urbanos se benefician de recursos en línea. Los agricultores no pueden acceder en tiempo real a los precios de mercado ni a las actualizaciones climáticas, lo que amplía la brecha de productividad. Los emprendedores de comunidades de bajos ingresos enfrentan grandes obstáculos para integrarse al comercio electrónico y a las finanzas digitales.
Países como Colombia han puesto en marcha programas piloto de inclusión digital20, pero estas iniciativas suelen ser de corta duración o carecer del financiamiento suficiente. Como advirtió un análisis del Banco Mundial, sin esfuerzos deliberados para reducir los costos y ampliar el acceso, la brecha digital podría consolidar nuevas formas de exclusión en una región que ya se encuentra entre las más desiguales del mundo21.
Estas diferencias son importantes. Pasar de una red con calidad 3G a una de 4G o superior puede generar un impacto económico significativo: un aumento del 10% en la velocidad de banda ancha móvil se asocia, en promedio, con un incremento del 0,2% en la eficiencia laboral, especialmente en los contextos de menores ingresos22.
Aun así, incluso quienes siguen de cerca las tendencias tecnológicas pueden tener dificultades para aprovecharlas plenamente. Según datos de Economist Impact, en América Latina el 45% de los usuarios de inteligencia artificial considera que un mejor acceso a internet de alta velocidad haría estas herramientas más útiles, frente al 29% en los países de ingresos altos23.
No obstante, la región corre el riesgo de perder estas ventajas mientras siga rezagada en materia de conectividad. En países como Honduras, aunque ha habido avances en la expansión de redes de alta capacidad, las brechas entre zonas urbanas y rurales siguen siendo pronunciadas y el desempeño de las conexiones continúa siendo bajo24. Todo esto limita desde la posibilidad de realizar transmisiones en línea hasta el uso eficiente de la computación en la nube.
La latencia (tiempo que tarda un dato en viajar de un punto a otro) es otro problema persistente. Debido al diseño histórico de redes en forma de “radios y cubos”, gran parte del tráfico de internet en América Latina aún sigue una ruta indirecta a través de América del Norte. A menudo resulta más fácil (y barato) conectar Santiago con São Paulo pasando por Miami que hacerlo directamente entre países vecinos25.
El resultado es un retardo perceptible: los paquetes de información que “rebotan” hasta Estados Unidos y regresan generan demoras que afectan desde los videojuegos en línea y las transacciones financieras hasta los servicios en la nube. Un desfase de 100 milisegundos (común cuando los datos recorren distancias intercontinentales) resulta excesivo para aplicaciones emergentes como la telemedicina o el análisis de inteligencia artificial en tiempo real. La conectividad radial regional estructurada en torno a Estados Unidos tenía sentido en los inicios de internet, cuando la mayor parte del contenido se alojaba en el extranjero26, sin embargo, hoy es un modelo claramente ineficiente.
Nuevas inversiones buscan revertir esta situación. Entre ellas destaca el cable submarino Humboldt de Chile, que por primera vez conectará a América del Sur directamente con Asia-Pacífico27. Brasil y Argentina, por su parte, han desarrollado algunos de los puntos de intercambio de internet más grandes del mundo para mantener el tráfico local dentro de sus fronteras28. No obstante, amplias zonas de América Central y el Caribe siguen poco integradas a las redes regionales de alta capacidad, lo que las mantiene al margen de las autopistas digitales globales29.
Construir una prosperidad digital sostenible en América Latina exige mirar más allá de la conectividad visible y atender la infraestructura que opera tras bambalinas. En este ámbito, los déficits son aún más evidentes: la región alberga menos del 5% de la capacidad mundial de centros de datos30. Aunque esta proporción supera a la de China, carece de su enorme poder de procesamiento computacional. En términos simples, genera un volumen de datos cada vez mayor, pero gran parte se almacena y procesa fuera de las fronteras regionales. Esto afecta el rendimiento, eleva los costos e, incluso, plantea riesgos de soberanía, ya que depender de servidores distantes incrementa la latencia y expone a los países a los vaivenes de regulaciones y empresas extranjeras. Además, el continente se mantiene muy rezagado respecto de América del Norte, Europa y Asia en el desarrollo de centros de datos especializados, esenciales para impulsar las tecnologías emergentes de inteligencia artificial31.
Sin embargo, no todo son malas noticias. El mercado latinoamericano de centros de datos (valorado actualmente en alrededor de cinco mil millones de dólares) podría duplicarse hacia 202932. Tanto el sector privado como los gobiernos han tomado conciencia de la necesidad de fortalecer la infraestructura local de nube y cómputo. Los inversionistas de gran escala, como Amazon Web Services, Microsoft y Google, están destinando miles de millones de dólares a la creación de nuevas regiones de nube y granjas de servidores33. Brasil, México y Chile lideran este despliegue, aunque mercados secundarios como Colombia, Perú e incluso Panamá comienzan a atraer proyectos de gran envergadura. Solo el plan nacional de centros de datos de Brasil, si se ejecuta en su totalidad, podría elevar la capacidad instalada del país de un gigavatio a cerca de ocho34.
Aumentar la capacidad de computación en la nube dentro de América Latina reduce los costos operativos de las empresas y mejora la experiencia de los usuarios. Además, prepara a la región para la expansión de la inteligencia artificial. El entrenamiento de modelos y prestación de servicios basados en esta tecnología requieren una potencia de cómputo masiva, centros de datos especializados y un elevado consumo energético.
A medida que América Latina acelera la construcción de infraestructura en la nube y redes más rápidas, enfrenta un efecto colateral preocupante: la expansión digital deja una huella ambiental considerable. Los centros de datos y las redes de telecomunicaciones consumen enormes cantidades de energía y agua. En Brasil, se están construyendo más de 40 centros, algunos en zonas que sufren apagones frecuentes y escasez hídrica, lo que plantea serias dudas sobre la sostenibilidad de estas iniciativas sin esfuerzos adicionales para reducir su impacto o mejorar su localización35. Se estima que los centros de datos ya representan cerca del 0,5% de la demanda eléctrica nacional36.
Aun así, América Latina cuenta con condiciones especialmente favorables para desarrollar infraestructura de inteligencia artificial, ya que genera electricidad limpia a tasas muy superiores al promedio mundial37. En Brasil, casi el 90% de la energía proviene de fuentes renovables38 y Chile está invirtiendo fuertemente en energía solar e hidrógeno verde39. Amazon y Microsoft han firmado acuerdos para abastecer con energía renovable a sus nuevos centros en la región40. Además, tecnologías como los sistemas de enfriamiento con bajo consumo de agua —empleados en un centro de datos de AWS en Chile— pueden contribuir a reducir aún más el impacto ambiental de la expansión digital41.
Sin embargo, persisten los temores de ecoblanqueo (greenwashing). Diversos observadores advierten que, sin salvaguardas ambientales claras, el discurso sobre los “centros tecnológicos sostenibles” podría encubrir riesgos significativos para los ecosistemas y sistemas eléctricos locales42.
América Latina ha logrado avances tangibles para reducir la brecha digital, atraer a los gigantes tecnológicos y ampliar su infraestructura. Sin embargo, enfrenta ahora un desafío más complejo: garantizar que este impulso se traduzca en un crecimiento sostenible e inclusivo. Para lograrlo, no bastan más cables o centros de datos, se requiere una coordinación más inteligente entre los sectores público y privado.
Los cuellos de botella regulatorios siguen siendo un obstáculo43. Leyes de telecomunicaciones obsoletas, procesos de autorización fragmentados y aplicación inconsistente de las normas han ralentizado el despliegue de infraestructura y desincentivado la inversión privada. En varios países, la falta de claridad en los regímenes de concesión ha demorado la asignación del espectro y limitado la modernización de las redes. Además, la región avanza con rezago en la planificación y ejecución de políticas para la gobernabilidad de la inteligencia artificial44. Sin marcos normativos más claros y previsibles, el potencial pleno de la transformación digital seguirá fuera de alcance.
Esto se refleja en el “Infrascope 2023/24” de Economist Impact, donde la mayoría de los países obtuvo menos de 50 puntos en el indicador de eficacia burocrática (4.4.3.b)45. Solo un pequeño grupo con mejor desempeño —Bahamas, Barbados, Chile y Uruguay— alcanza entre 70 y 80 puntos, lo que demuestra que una gestión pública más eficiente es posible. Este contraste evidencia la realidad que enfrentan los inversionistas: la burocracia y falta de agilidad regulatoria continúan siendo un freno importante para la transformación digital.
Aun así, existen señales de progreso. En los últimos años, varios gobiernos han comenzado a destrabar estos nudos46. Chile ha agilizado la aprobación de permisos mediante la ley de “silencio positivo”; El Salvador ha implementado una ventanilla única para licencias de telecomunicaciones, y la Suprema Corte de México ha limitado los impuestos locales que antes frenaban la expansión de las redes. Aunque puedan parecer ajustes técnicos, su impacto es concreto: los países con reglas digitales claras y previsibles atraen, en promedio, alrededor de 50% más de inversión en tecnologías de la información y comunicación47.
Al mismo tiempo, el sector privado no espera a que existan políticas perfectas. Además de las inversiones de los grandes proveedores internacionales de servicios en la nube, empresas de infraestructura tecnológica, contratistas regionales y operadores que gestionan centros de datos compartidos avanzan en el desarrollo del ecosistema digital. Incluso en las zonas desatendidas han surgido respuestas creativas. En Perú, una alianza público-privada respaldada por Telefónica, Facebook (Meta), BID Invest y la Corporación Andina de Fomento (CAF) ha llevado conectividad 3G/4G a zonas rurales mediante una red de acceso abierto48. Por su parte, Internet Society ha impulsado redes comunitarias en países como México, Argentina y Brasil49.
Para aprovechar plenamente esta oportunidad, las empresas deben mirar más allá de la infraestructura física y enfocarse también en los servicios y ecosistemas que dependen de ella. Una reforma regulatoria y planificación digital de largo plazo son esenciales. Esto implica cerrar las brechas de acceso no solo ampliando la cobertura, sino también garantizando la asequibilidad, fortaleciendo la alfabetización digital y consolidando redes sólidas de última milla y troncales regionales. Asimismo, es crucial preparar los sistemas para la era de la inteligencia artificial mediante inversiones en centros de datos locales de baja latencia, capacitación de la fuerza laboral y soluciones tecnológicas sostenibles capaces de responder al aumento en la demanda de cómputo.
Pese a los desafíos, los mercados de nube, datos, inteligencia artificial e inclusión digital en la región mantienen una trayectoria de crecimiento. Las compañías que apuesten ahora por plataformas locales, accesibles y robustas estarán mejor posicionadas para liderar el futuro.
América Latina ha llegado a un punto de inflexión. Con la alineación adecuada entre políticas públicas y la iniciativa privada, puede construir un futuro en el que la conectividad deje de ser un privilegio y se transforme en un motor compartido de crecimiento.
1 https://www.weforum.org/stories/2023/01/lithium-latin-america-energy-transition
2 https://www.energypolicy.columbia.edu/latin-americas-enduring-new-oil-landscape
3 https://features.csis.org/copper-in-latin-america
4 https://blogs.worldbank.org/en/digital-development/can-internet-access-lead-improved-economic-outcomes
5 https://www.bloomberglinea.com/english/latin-americas-internet-penetration-surpasses-that-of-china
6 https://www.aeaweb.org/conference/2025/program/paper/ThQAraF2
7 https://conferenciaelac.cepal.org/9/en/news/real-and-effective-digital-transformation-can-help-latin-america-and-caribbean-overcome-traps
8 Forthcoming Economist Impact research
9 https://www.bloomberglinea.com/english/latin-americas-internet-penetration-surpasses-that-of-china
10 https://www.gsma.com/solutions-and-impact/connectivity-for-good/mobile-economy/wp-content/uploads/2025/05/GSMA_Latam_ME2025_R_Web.pdf https://www.gsma.com/solutions-and-impact/connectivity-for-good/mobile-economy/wp-content/uploads/2025/05/GSMA_Latam_ME2025_R_Web.pdf
11 https://data.worldbank.org/indicator/IT.NET.USER.ZS?end=2024&locations=XD&start=1990&view=chart
12 https://repositorio.iica.int/server/api/core/bitstreams/715734fb-fac7-4222-8ae1-e565f95b6b99/content https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/2022-09/undp-rblac-Digital-EN.pdf
13 https://blogs.worldbank.org/en/latinamerica/poor-digital-access-holding-latin-america-and-caribbean-back-heres-how-change-it
14 https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/2022-09/undp-rblac-Digital-EN.pdf
15 Forthcoming Economist Impact research
16 https://conferenciaelac.cepal.org/9/en/news/real-and-effective-digital-transformation-can-help-latin-america-and-caribbean-overcome-traps#:~:text=The%20document%20states%20that%20while,indicators%20of%20connectivity%20with%20more
17 https://pulse.internetsociety.org/en/reports/hn
18 https://www.weforum.org/stories/2021/07/latin-america-caribbean-digital-access/; https://www.undp.org/sites/g/files/zskgke326/files/2022-09/undp-rblac-Digital-EN.pdf
19 https://www.weforum.org/stories/2021/07/latin-america-caribbean-digital-access
20 https://www.weforum.org/stories/2024/08/colombias-digital-inclusion-strategy-is-bolstering-financial-inclusion-especially-for-women
21 https://blogs.worldbank.org/en/latinamerica/poor-digital-access-holding-latin-america-and-caribbean-back-heres-how-change-it
22 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0308596122000532
23 Próxima investigación de Economist Impact.
24 https://ts2.tech/en/internet-access-and-satellite-connectivity-in-honduras-a-digital-lifeline-in-central-america
25 https://idbinvest.org/en/blog/development-impact/rethinking-digital-pathways-latin-america-and-caribbean
26 https://idbinvest.org/en/blog/development-impact/rethinking-digital-pathways-latin-america-and-caribbean
27 https://apnews.com/article/chile-google-submarine-cable-south-pacific-f1931b8898e7bb470c24575583d40b74
28 https://www.internetsociety.org/blog/2021/06/four-new-ixps-take-off-in-central-america-and-the-caribbean/; https://www.cgi.br/noticia/releases/ix-br-celebrates-20-years-with-a-prominent-role-in-improving-the-internet-in-brazil
29 https://lac-ix.org/ixps
30 https://www.undp.org/latin-america/blog/data-clouds-centers-ground-role-data-centers-lacs-digital-future; https://www.datacentermap.com/datacenters
31 https://www.nytimes.com/interactive/2025/06/23/technology/ai-computing-global-divide.html
32 https://idbinvest.org/en/blog/digital-economy/data-centers-and-future-competitiveness-latin-america
33 https://restofworld.org/2025/brazil-data-center-environmental-risk/; https://www.whitecase.com/insight-our-thinking/latin-america-focus-2024-data-center-infrastructure-investment
34 https://restofworld.org/2025/brazil-data-center-environmental-risk
35 https://www.theguardian.com/global-development/2025/may/22/datacentre-drought-chinese-social-media-supercomputers-brazil-latin-america; https://restofworld.org/2025/brazil-data-center-environmental-risk
36 https://www.whitecase.com/insight-our-thinking/latin-america-focus-2024-data-center-infrastructure-investment
37 https://ember-energy.org/countries-and-regions/latin-america-and-caribbean/
38 https://www.iea.org/countries/brazil
39 https://www.eib.org/en/stories/chile-renewable-energy-green-hydrogen
40 https://www.aboutamazon.com/news/sustainability/amazon-expands-its-renewable-energy-projects-with-firsts-in-brazil-india-and-poland; https://www.datacenterdynamics.com/en/news/microsoft-signs-solar-ppas-totaling-475mw-with-aes
41 https://www.reuters.com/business/energy/amazon-spend-4-billion-cloud-infrastructure-chile-2025-05-07
42 https://restofworld.org/2025/brazil-data-center-environmental-risk
43 https://laweconcenter.org/resources/regulatory-reconquista-ex-ante-regulation-of-digital-platforms-in-latin-america
44 Próxima investigación de Economist Impact.
45 https://impact.economist.com/new-globalisation/infrascope-2024/en
46 https://dig.watch/updates/latam-moves-to-speed-up-telecom-infrastructure-deployment#:~:text=projects
47 https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/23738871.2022.2034910; https://www.weforum.org/stories/2021/07/latin-america-caribbean-digital-access
48 https://adi.a4ai.org/studies/supporting-innovation-and-sharing-for-rural-access
49 https://www.internetsociety.org/issues/community-networks/success-stories
Podemos ayudarle a navegar un panorama financiero complejo. Hablemos.
ContáctenosCONOZCA MÁS Acerca de nuestra firma y los profesionales de la inversión a través de FINRA BrokerCheck
Para conocer más sobre el negocio de inversiones de J.P. Morgan, incluyendo nuestras cuentas, productos y servicios, así como nuestra relación con usted, por favor revise nuestro Formulario CRS de J.P. Morgan Securities LLC y la Guía de Servicios de Inversión y Productos de Corretaje.
JPMorgan Chase Bank, N.A. y sus afiliadas (colectivamente “JPMCB”) ofrecen productos de inversión que pueden incluir cuentas de inversión administradas por bancos y custodia como parte de sus servicios fiduciarios. Otros productos y servicios de inversión como cuentas de corretaje y asesoramiento se ofrecen a través de J.P. Morgan Securities LLC ("JPMS"), miembro de FINRA y SIPC. Los productos de seguros están disponibles a través de Chase Insurance Agency, Inc. (CIA), una agencia de seguros autorizada, que opera bajo el nombre de Chase Insurance Agency Services, Inc. en Florida. JPMCB, JPMS y CIA son empresas afiliadas bajo el control común de JPMorgan Chase & Co. Productos no disponibles en todos los estados. Por favor, lea la Exención de responsabilidad legal junto con estas páginas.
Por favor, lea el aviso legal para las filiales regionales de J.P. Morgan Private Bank y otra información importante en conjunto con estas páginas.