Estrategia de inversión
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La guerra comercial de Donald Trump podría tener profundas repercusiones en América Latina1. La región destina más de 40% de sus exportaciones a Estados Unidos2, lo que la hace especialmente vulnerable a cualquier disrupción en las relaciones económicas, especialmente a México. The Economist Intelligence Unit pronostica que el creciente proteccionismo estadounidense desacelerará el comercio y la inversión, y reducirá el crecimiento regional de 2,4% en 2024 a 1,9% en 20253. No obstante, pese a las posibles consecuencias negativas, también podrían surgir oportunidades. Si la región logra capitalizar la desviación del comercio global y fomentar una mayor integración entre sus países… ¿podría emerger más fuerte?
América Latina y el Caribe cuenta con abundantes recursos naturales y una geografía privilegiada: entre el Pacífico y el Atlántico y posee cerca de 20% de las reservas petroleras mundiales y vastas cantidades de minerales clave, que incluyen más de la mitad del litio conocido,4 un 37% de cobre y un 35% de molibdeno, todos esenciales para la transición global hacia las energías verdes (gráfico 1)5. La región también aporta 19% de la producción agrícola mundial y alberga 36% del carbono contenido en la biomasa forestal (que incluye importantes sumideros globales como el Amazonas) y 31% de la superficie pesquera del planeta.
Sin embargo, a pesar de que representa alrededor de 6% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y 5% del valor agregado manufacturero6, América Latina continúa enfrentando una considerable fragmentación económica. Ante la reconfiguración de las cadenas de suministro y alianzas geopolíticas de empresas y países, la región cuenta con una oportunidad única para reinventar su integración.
América Latina alberga varios esquemas de integración, como el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Alianza del Pacífico, la Comunidad Andina y el Sistema de Integración Centroamericana. Si bien estas iniciativas demuestran ambición, los desafíos siguen siendo sustanciales y la unidad difícil de alcanzar.
El Mercosur nació con el propósito de fortalecer la colaboración económica en América del Sur, pero hoy se encuentra sumido en tensiones, especialmente entre Brasil y Argentina7. Si bien en su primera década logró multiplicar por diez el comercio intra-bloque8, las constantes disputas sobre aranceles y normas comerciales han limitado su avance9.
Aun así, la reciente firma de un acuerdo de libre comercio y cooperación con la Unión Europea (negociado durante 25 años) podría marcar un punto de inflexión, si logra ser ratificado10. Sería el primero con un bloque comercial de gran relevancia y podría inaugurar una etapa de mayor apertura externa y reforzar la cohesión interna a través de una integración económica más profunda.
Por su parte, la Alianza del Pacífico, formada por México, Colombia, Perú, Chile y Costa Rica11 (que está en proceso de adhesión), ha conseguido reducir aranceles, atraer inversión e integrar parcialmente los mercados bursátiles de sus miembros12. Sin embargo, una unión estructural más profunda aún no se ha materializado. La falta de armonización financiera y las barreras a la movilidad laboral continúan limitando el potencial del bloque.
Una cooperación más estrecha en marcos regulatorios y políticas laborales reforzaría los objetivos de la Alianza de aumentar su competitividad global. Además, no existe un camino definido para avanzar en su integración con otros bloques regionales, como la Comunidad Andina13.
A pesar de estas limitaciones, la región ha logrado avances en otras áreas. Entre los ejemplos más destacados se encuentran iniciativas centradas en la sostenibilidad, como el Acuerdo de Escazú de 2018, que garantiza el acceso a información medioambiental; el Corredor Marino del Pacífico Oriental Tropical, establecido en 2021; y el Acuerdo de Belém de 2023, enfocado en la conservación de la Amazonia y promoción de una minería sostenible14.
El comercio intrarregional representa aproximadamente 15% de las exportaciones totales de América Latina, una cifra muy baja en comparación con el 50% que se observa en mercados como Asia Oriental y el Pacífico (gráfico 2)15. El intercambio de servicios ha perdido peso, al pasar de 12% en 2005 a 9% en 2021, mientras que las exportaciones hacia Asia y Estados Unidos han crecido con mayor dinamismo16.
América Central es una excepción prometedora: es la subregión con mayor integración comercial de América Latina y el Caribe17, con exportaciones intrarregionales que rondan el 30% del total, proporción solo superada por las dirigidas a Estados Unidos.
Las persistentes políticas proteccionistas, complejas estructuras regulatorias e inestabilidad política agravan las barreras comerciales18 y dificultan tanto una mayor integración regional como una inserción más sólida en las cadenas globales de suministro. En general, la participación de América Latina en el comercio mundial sigue siendo limitada y depende en gran medida de las materias primas19, lo que evidencia la pérdida de importantes oportunidades económicas.
Los recientes acontecimientos geopolíticos han abierto oportunidades para que América Latina capitalice tendencias como la deslocalización cercana. México ya se ha consolidado como un actor clave, al atraer a fabricantes que buscan salir de Asia20. Algunos países de América Central también han ganado protagonismo. Por ejemplo, Costa Rica, que alberga 20 empresas de la lista Fortune 100 y 250 multinacionales, se ha mantenido como el principal exportador de la subregión21. Por su parte, Panamá destaca como otro centro relevante de deslocalización cercana, especialmente a través de la Zona Libre de Colón, el mayor puerto de libre comercio de Estados Unidos.
Sin embargo, la fuerte concentración en el mercado estadounidense (principal destino de las exportaciones mexicanas y centroamericanas22) incrementa la vulnerabilidad de estos países ante los cambios en la dinámica comercial global.
Una integración más profunda promete importantes beneficios económicos, como el aumento del comercio e inversión extranjera directa, así como una mayor productividad y mejor posicionamiento en los mercados globales. El caos actual hace que alcanzar estos objetivos sea más urgente para garantizar la seguridad económica, aunque también los complica al alterar el statu quo. Según un estudio reciente de The Economist Impact, los ejecutivos sudamericanos consideran que la expansión de los acuerdos comerciales regionales podría facilitar el acceso a otros mercados y reducir los aranceles, lo que abriría nuevas oportunidades para la colaboración y formación de alianzas23.
Aunque las estructuras arancelarias y escalas impositivas de los países de América Latina y el Caribe han convergido significativamente respecto a niveles previos, las barreras comerciales no arancelarias (como las medidas sanitarias aplicadas a insumos agrícolas y obstáculos regulatorios que dificultan el acceso efectivo de empresas extranjeras a los mercados nacionales) se mantienen elevadas en gran parte de la región24. Reducir estos impedimentos, cuando no responden a objetivos legítimos como la seguridad nacional o a la protección de las personas o del medioambiente25, podría disminuir los costos de transacción y estimular el comercio intrarregional.
Además, un mercado plenamente integrado facilitaría la especialización y aprovechamiento de economías de escala en todos los sectores, lo que mejoraría la competitividad en agricultura, manufactura y tecnología.
Una mayor integración también puede impulsar la innovación y crecimiento en sectores emergentes26 como la biotecnología, energías renovables, tecnología digital y servicios financieros. Las estrategias colaborativas a nivel regional para la innovación y transformación digital resultan esenciales para fomentar un desarrollo económico sostenible y generar nuevas oportunidades de empleo27.
La deficiente infraestructura en América Latina (carreteras, ferrocarriles y puertos) mantiene elevados los costos logísticos y debilita tanto la integración como la competitividad. Por ejemplo, su desempeño en el Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial es similar al de Asia Meridional y África Subsahariana, y considerablemente inferior al de otras regiones con niveles de ingreso comparables (gráfico 3)28. Las brechas digitales agravan esta situación, en particular para las pequeñas empresas, que quedan excluidas de los mercados regionales y globales29.
La inversión en iniciativas estratégicas de infraestructura, como la aún estancada conexión bioceánica entre Brasil y Perú, ofrece vías claras para mejorar la competitividad regional y eficiencia económica30. Estos proyectos disminuirían drásticamente los costos y tiempos de transporte y fomentarían el crecimiento económico mediante un mejor acceso a los mercados y facilitación del comercio. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), reducir a la mitad la brecha entre América Latina y las economías avanzadas podría aumentar las exportaciones en 30%31.
Junto con Estados Unidos, China se ha consolidado como el otro socio económico más importante de América Latina, especialmente en América del Sur, donde ya representa 28% de las exportaciones (casi el doble de la participación estadounidense32). De hecho, en países como Chile y Perú, es el principal destino de más de un tercio de las exportaciones totales. Además, más de 20% de las importaciones provienen de ese país (gráfico 4), y su influencia va mucho más allá del comercio.
Las empresas chinas controlan más de 60% del suministro eléctrico en Chile y han realizado inversiones clave en infraestructura, como el nuevo puerto insignia de Perú en Chancay, operado por la naviera china Cosco Shipping33. Si bien estas inversiones brindan un soporte económico fundamental, también profundizan las dependencias asimétricas que pueden dificultar la coordinación de políticas regionales y esfuerzos de integración a largo plazo.
La creciente rivalidad entre Estados Unidos y China añade una dimensión adicional. Los ejecutivos en América Latina intentan capitalizar su posición neutral en un entorno comercial global fragmentado mediante el desarrollo de nuevos acuerdos con ambos países34.
Aunque Estados Unidos ha adoptado una estrategia más firme, incluyendo esfuerzos para desvincular a países como Panamá de iniciativas chinas como la Franja y la Ruta de la Seda, enfrenta una batalla difícil. Las economías sudamericanas permanecen estructuralmente ligadas a la demanda de materias primas: China compró más de 50% de las exportaciones de minerales no preciosos de Chile en 2023 y casi 45% de las exportaciones mineras de las provincias del noroeste argentino durante 2024.35
Además, cualquier desaceleración significativa de la economía china (proyectada en una pérdida de crecimiento de hasta 2,5 puntos porcentuales debido a nuevos aranceles estadounidenses entre 2025 y 2027,36 cifra que podría ser incluso conservadora ante la dinámica actual) podría desencadenar un choque comercial en la región.
Para que la interacción con las grandes potencias impulse, en lugar de obstaculizar, la integración regional, los países latinoamericanos deberían coordinarse para establecer estándares comunes en materia de inversión extranjera, especialmente en sectores estratégicos como infraestructura, energía y sistemas digitales. Los marcos regionales que promuevan la transparencia, salvaguardias ambientales y laborales y acceso recíproco a los mercados podrían garantizar condiciones equitativas y disminuir los riesgos asociados a la dependencia económica.
La supervisión conjunta de proyectos estratégicos de infraestructura permitiría a los gobiernos alinear la inversión externa con las prioridades regionales a largo plazo. Al actuar con una voz unificada, América Latina y el caribe no solo reduciría su dependencia económica, sino que también incrementaría su influencia global.
A pesar de décadas de esfuerzo, la fragmentación en América Latina persiste. Con flujos comerciales fluctuantes y un panorama económico incierto, la región cuenta con un margen limitado para replantear su integración, lo que exigirá algo más que ambición.
Para aprovechar plenamente los beneficios de la integración (resiliencia económica, mayor competitividad global y crecimiento impulsado por la innovación) será necesario un liderazgo político constante, marcos normativos sólidos, instituciones robustas y significativas inversiones en infraestructura37.
Asimismo, los responsables políticos deben gestionar estratégicamente los riesgos de la integración, especialmente las disparidades económicas entre los Estados miembros. La experiencia de la Unión Europea demuestra que todos los países latinoamericanos pueden beneficiarse de un enfoque integral38.
Las políticas que fomentan un crecimiento equitativo, las estrategias económicas redistributivas y las inversiones focalizadas en las subregiones menos desarrolladas resultan fundamentales para lograr un desarrollo e integración inclusivos.
En un contexto de agitación global, es probable que las naciones latinoamericanas eviten alinearse en bloques binarios y opten por estrategias flexibles y multifacéticas para sortear la recesión económica. Sin embargo, esta postura eleva los riesgos para la integración regional, pues mantener la neutralidad será un desafío complejo. Además, sin mecanismos coordinados que permitan gestionar las presiones externas y enfrentar la competencia entre las grandes potencias, la fragmentación de América Latina podría profundizarse en lugar de reducirse.
1 https://www.as-coa.org/articles/tracking-trump-and-latin-america-trade-reciprocal-tariff-rates-announced; https://americasquarterly.org/article/reaction-trumps-reciprocal-tariffs
2 https://wits.worldbank.org/countrysnapshot/en/LCN
3 Economist Intelligence Unit
4 https://www.iea.org/commentaries/latin-america-s-opportunity-in-critical-minerals-for-the-clean-energy-transition
5 https://www.cepal.org/en/publications/69139-natural-resources-outlook-latin-america-and-caribbean-2023
6 https://stat.unido.org/portal/storage/publication/yearbook/2023/Yearbook_2023_UNIDO_IndustrialStatistics_Yearbook_2023_LAC.pdf
7 https://www.wilsoncenter.org/sites/default/files/media/uploads/documents/Tensions-Brazil-Argentina_FR.pdf
8 https://www.cfr.org/backgrounder/mercosur-south-americas-fractious-trade-bloc
9 https://www.gisreportsonline.com/r/mercosur-divided
10 https://www.csis.org/analysis/what-are-implications-eu-mercosur-free-trade-agreement
11 https://alianzapacifico.net/en/first-meeting-of-the-working-group-for-the-accession-of-costa-rica-to-the-pacific-alliance-is-held
12 https://alianzapacifico.net/wp-content/uploads/2021/11/Pacific-Alliance-Infrastructure-Investment-Opportunities-Portfolio-_eng.pdf; https://www.wilsoncenter.org/article/financial-integration-the-pacific-alliance
13 https://repositorio.uchile.cl/xmlui/bitstream/handle/2250/183911/La_Alianza_del_Pac%C3%ADfico.pdf?sequence=1
14 https://unctad.org/system/files/official-document/presspb2025d1_en.pdf
15 https://www.economist.com/the-americas/2024/06/13/why-latin-america-is-the-worlds-trade-pipsqueak
16 https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/b49769df-e618-4bd6-b20e-2c71c8e3bb90/content
17 https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/d3d293d6-280b-42b1-b3d8-761eb1162afd/content
18 https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/b49769df-e618-4bd6-b20e-2c71c8e3bb90/content
19 https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2024/12/14/The-Dynamics-of-Trade-Integration-and-Fragmentation-in-LAC-559484
20 https://www.supplychaindive.com/news/plan-mexico-nearshoring-incentives-sheinbaum/738202/
21 https://www.wilsonquarterly.com/quarterly/_/the-role-of-nearshoring-in-shoring-up-supply-chains
22 https://wits.worldbank.org/CountrySnapshot/en/MEX; https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/d3d293d6-280b-42b1-b3d8-761eb1162afd/content
23 https://impact.economist.com/projects/trade-in-transition/regional-analysis-south-america
24 https://www.elibrary.imf.org/view/journals/001/2024/253/article-A001-en.xml
25 https://www.elibrary.imf.org/view/journals/001/2024/253/article-A001-en.xml
26 https://www.cepal.org/en/pressreleases/latin-american-and-caribbean-countries-advocated-deepening-regional-cooperation;https://international-partnerships.ec.europa.eu/policies/global-gateway/eu-latin-america-and-caribbean-digital-alliance_en
27 https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/87deb8d2-9737-40fc-ac11-68f223eacfb0/content; https://unctad.org/system/files/official-document/presspb2025d1_en.pdf
28 https://data.worldbank.org/indicator/LP.LPI.OVRL.XQ?locations=XJ-XU-8S-Z4-Z7-ZG-ZQ
29 https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/e4ca636c-2b8a-4138-8c62-b685540d9b99/content
30 https://impact.economist.com/perspectives/infrastructure-cities/nearshoring-new-era-connection-latin-america
31 https://www.imf.org/en/Publications/WP/Issues/2024/12/14/The-Dynamics-of-Trade-Integration-and-Fragmentation-in-LAC-559484
32 https://www.cgdev.org/blog/us-tariffs-may-have-limited-impact-latin-america-now-future-hinges-chinas-macro-policy
33 https://www.americasquarterly.org/article/latin-americas-china-ties-wont-be-easily-severed
34 https://impact.economist.com/projects/trade-in-transition/regional-analysis-south-america
35 https://www.cgdev.org/blog/us-tariffs-may-have-limited-impact-latin-america-now-future-hinges-chinas-macro-policy
36 https://www.eiu.com/n/the-impact-of-us-tariffs-on-china-three-scenarios/; https://www.cgdev.org/blog/us-tariffs-may-have-limited-impact-latin-america-now-future-hinges-chinas-macro-policy
37 https://asean.org/wp-content/uploads/2022/11/ASEAN-Handbook-on-Good-Regulatory-Practice_22112022.pdf
38 https://www.economist.com/europe/2023/01/05/fifty-years-ago-the-eu-cracked-the-secret-of-its-current-success
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