Disturbios geopolíticos: evaluación de las implicaciones del mercado
Las tensiones en Oriente Medio han ido en aumento en la última semana. Si bien es difícil hacerlo en momentos como estos, nuestro trabajo como inversionistas es evaluar el impacto que podría tener el conflicto sobre la economía global y mercados financieros, para así poder determinar si debemos de cambiar las recomendaciones para las carteras.
El mensaje: Sí, los riesgos son mayores, pero los acontecimientos recientes no descarrilan nuestra visión constructiva para este año. Si bien mientras los inversionistas reciben más información puede haber volatilidad, hasta ahora las acciones emprendidas parecen diseñadas para evitar un ascenso importante. La reacción del mercado ha sido de un nerviosismo notablemente silencioso.
Esta no es la primera vez que la agitación geopolítica ha generado turbulencias para los inversionistas. Al final, mantener una cartera diversificada y alineada con objetivos ha resultado favorable durante innumerables crisis geopolíticas, guerras, pandemias y recesiones, y creemos que seguirá siendo así.
¿Qué ha pasado?
Desde que comenzó el conflicto entre Israel y Hamas en octubre pasado, han surgido tensiones ante las que los actores clave van reaccionando a medida que los acontecimientos evolucionan. El fin de semana pasado, Irán realizó un importante ataque de represalia con drones y misiles contra Israel, pero casi todos fueron interceptados antes de entrar en el espacio aéreo israelí. Durante días, el mundo esperó para ver si Israel respondería y cómo lo haría. Y la respuesta llegó el viernes temprano, cuando lanzó su ofensiva militar. Si bien la situación sigue siendo muy incierta, Irán parece restar importancia al incidente. Un alto funcionario iraní ha dicho que no tienen planes de emprender acciones inmediatas.
Estos acontecimientos marcan un claro aumento de las tensiones en la región, pero vale la pena señalar que los ataques de la última semana parecen calculados para evitar la intensificación del conflicto y, al mismo tiempo, demostrar determinación.
En general, el contexto geopolítico sigue siendo incierto y tiene más riesgos que antes, pero, hasta ahora, parece haber argumentos en contra de que el conflicto se extienda.
Lo que observamos
Por ahora, los nervios parecen atenuados ante la naturaleza de los acontecimientos y las declaraciones de desescalada de Irán, pero la incertidumbre persiste. Si el conflicto se mantiene contenido, es probable que los inversionistas globales vuelvan al status quo, con el ciclo económico al mando y la geopolítica como riesgo de cola. Sin embargo, si escala hasta convertirse en uno con una huella geoeconómica mayor (particularmente con la participación de más actores o el cierre del Estrecho de Ormuz), se requiere de un análisis más cuidadoso.
Para ello, observamos tres áreas principales: 1) Impacto sobre los recursos naturales, 2) Efecto sobre la economía (especialmente la inflación) y 3) Acción del precio.
1) Impacto sobre los recursos naturales.
La esencia: Irán es un proveedor de petróleo pequeño, pero el potencial de que el conflicto se extienda a toda la región y/o la interrupción de rutas de tránsito importantes como el Estrecho de Ormuz plantean un riesgo mayor. Es probable que esto se refleje en los precios del petróleo en los próximos meses, pero creemos que un repunte hasta los máximos de 2022 (de 125 dólares/barril) solo ocurriría si hay una intensificación significativa.
Precios del petróleo siguen bajos en relación con los niveles de 2022
Petróleo crudo Brent, dólares por barril
Irán representa 4% de la producción mundial de petróleo
10 principales productores de petróleo y participación en producción mundial, 2023
Sin embargo, hay dos riesgos importantes:
- Un conflicto más amplio. En conjunto, Oriente Medio representa aproximadamente un tercio de la producción mundial de petróleo. Si otros países en la región se involucran, el panorama del suministro de energía podría ser más difícil.
- Disrupción del tránsito. Casi 20% del suministro mundial de petróleo y una cantidad significativa de los envíos pasan a través del Estrecho de Ormuz. Su proximidad geográfica con Irán plantea el riesgo de que se inmovilice el suministro, lo cual tendría un impacto global.
En nuestra opinión, por ahora, ambos riesgos parecen contenidos. Estados Unidos y Europa claramente se han opuesto a acciones que pudiesen llevar a una escalada. La propia dependencia de Irán del Estrecho de Ormuz también hace que su cierre parezca menos probable, ya que plantearía graves consecuencias para su ya debilitada economía, así como para los estados árabes del Golfo y China (el mayor socio comercial de Irán).
En caso de una disrupción pronunciada, es importante señalar que parece haber espacio en la cadena de suministro de energía para hacerle frente. Tales eventos probablemente impulsarían a algunos productores de petróleo a aumentar la oferta: la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP+) tiene capacidad excedente y Estados Unidos también ha mostrado una tendencia a intervenir. Precios más altos también disuadirían a los consumidores, lo que llevaría a la destrucción de la demanda (ya hemos visto evidencia desde que el petróleo comenzó a subir a finales de enero). La combinación de estas dinámicas podría contrarrestar, en parte, aunque no completamente, un aumento impulsado por la geopolítica.
2) Efecto sobre la economía, especialmente la inflación.
La siguiente pregunta lógica es qué podría significar para la inflación un aumento en los costos de la energía. Además, con los recortes de tasas ya en debate, ¿qué significaría todo esto para la política monetaria?
Con base en nuestro reciente análisis de la inflación, el efecto de mayores costos de la energía sobre los precios al consumidor difiere entre regiones. En América del Norte (donde las economías son predominantemente independientes desde el punto de vista energético), el impacto potencial parece menos severo. Nuestra evaluación, que utiliza datos que se remontan al año 2000, asume que un aumento de los precios del petróleo hasta su máximo de 125 dólares/barril resultaría en un avance de menos de 1% de la inflación “no energética”. En lo que respecta al crecimiento, también se podría encontrar algo de consuelo en el hecho de que Estados Unidos consume menos energía: en comparación con principios de los años 1970, ahora necesita más de 70% menos de petróleo para generar una unidad de Producto Interno Bruto (PIB). En Europa, sin embargo, las repercusiones probablemente serían mayores.
Aparte de los precios de la energía, la obstrucción de las cadenas de suministro globales a través del Estrecho de Ormuz podría agregar presión a los precios de los bienes (que han estado bajando a lo largo del último año), a medida que las empresas intentan traspasar mayores costos de los insumos (como los del transporte marítimo y carga aérea).
Los bancos centrales necesitarían equilibrar estos riesgos de inflación al alza con los posibles obstáculos al crecimiento. Esto sería complicado de navegar, pero mientras no haya una reversión genuina en la tendencia de caída de los precios, no creemos que las autoridades se vean obligadas a volver a subir las tasas.
3) Acción del precio.
Hasta ahora, los movimientos del mercado han sido moderados. Esto puede deberse a que los titulares de los medios de comunicación durante la última semana (y meses) han permitido a los inversionistas tomar en cuenta los riesgos. Al inicio de las operaciones este viernes, los precios del petróleo han salido de sus máximos y vuelto a situarse por debajo de 90 dólares/barril, los rendimientos de los bonos son más bajos y las acciones también han retrocedido ligeramente.
Más allá de la reacción inmediata del mercado, vale la pena señalar que los países al centro del conflicto son una pequeña parte del mercado bursátil mundial: las acciones israelíes representan sólo 0,18% del índice MSCI Mundo Todos los Países, mientras que las de Oriente Medio el 1%. Por sí sola, la disrupción en estas economías tampoco parece un obstáculo para las ganancias: las empresas del S&P 500 obtienen sólo 0,2% de sus ingresos de Israel.
El riesgo, por supuesto, es un aumento significativo que conduzca a una volatilidad de la inflación y a una incertidumbre macroeconómica que trastorne la confianza e inversión empresarial. Sin embargo, por ahora, el contexto fundamental para los inversionistas permanece sin cambios.
Consideraciones de inversión
Es importante que los inversionistas consideren y estén preparados para las amenazas geopolíticas. Este fue uno de los puntos clave señalados por nuestro director ejecutivo, Jamie Dimon, en su Carta Anual a los Accionistas de 2023. De hecho, las economías ya están reorientando las cadenas de suministro y aumentando el gasto en defensa para reforzar su seguridad.
De cara al futuro, nadie tiene una bola de cristal, pero la historia nos enseña algunas lecciones sobre cómo afrontar este tipo de contexto. De acuerdo con el análisis fundamental realizado por Michael Cembalest (presidente de Estrategia de Mercado e Inversión de la división de Gestión de Activos y Patrimonio), en la mayoría de los acontecimientos geopolíticos después de la posguerra, el ciclo económico fue más importante para los inversionistas. A menos de que se produzca una disrupción o desequilibrio importante (como el que describimos anteriormente), el efecto de la geopolítica sobre los mercados ha tendido a ser de corta duración.
En su análisis, la guerra árabe-israelí de 1973 es una de las excepciones notables, ya que un embargo petrolero de la OPEP provocó un aumento de los precios, alta inflación, recesión económica y una prolongada caída de los mercados bursátiles. Hasta el momento, no hay evidencia de que pueda suceder algo similar. El mundo también es hoy muy diferente: Estados Unidos ahora produce más petróleo del que consume y la energía representa aproximadamente la mitad del gasto promedio de los estadounidenses que en aquel entonces (4% versus ~8%). Esto significa que el impacto inflacionario de un posible aumento del conflicto ahora probablemente sería más contenido.
La conclusión clave: mantener la inversión en una cartera diversificada a través de innumerables crisis geopolíticas, guerras, pandemias y recesiones y alineada con objetivos ha generado resultados y, probablemente, continuará haciéndolo.
Impacto de geopolítica en mercados tiende a ser de corta duración
S&P 500 en torno a invasiones y conflictos militares, mes del evento = 100
Por último, cuando la incertidumbre es alta, puede resultar útil enfocarse en los fundamentos. El contexto actual de inflación persistente (ver la publicación del Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos de la semana pasada), debate sobre los recortes de tasas y furor electoral también deben equilibrarse con un mercado laboral robusto, consumidor todavía fuerte, resiliencia de las empresas estadounidenses y esfuerzos de gasto fiscal en torno a la política industrial e inteligencia artificial, los cuales están haciendo un trabajo real para innovar, crecer y hacer la transición de la economía. Todavía consideramos que un aterrizaje suave es más probable que no y Europa y Japón están en medio de sus propias recuperaciones económicas.
Entonces, aunque indudablemente existen riesgos, con la información que tenemos hoy, seguimos creyendo que hay un buen valor en el mercado.
Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a analizar lo que todo esto significa para usted y su cartera.
Todos los datos económicos y de mercado son a abril de 2024 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
CONSIDERACIONES DE RIESGO
- El desempeño pasado no es indicativo de resultados futuros. No puede invertir directamente en un índice.
- Los precios y las tasas de retorno son indicativos, ya que pueden variar con el tiempo según las condiciones del mercado.
- Existen consideraciones de riesgo adicionales para todas las estrategias.
- La información proporcionada en este documento no pretende ser una recomendación o una oferta o solicitud para comprar o vender ningún producto o servicio de inversión.
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