Estrategia de inversión
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El final de abril marcó el cierre de uno de los meses más volátiles para los mercados en la memoria reciente:
En el contexto macroeconómico, el Producto Interno Bruto (PIB) real de Estados Unidos se contrajo 0,3% en el primer trimestre, una cifra en gran medida alineada con las expectativas del mercado. Sin embargo, un factor distorsionador clave fue la incertidumbre en torno a los aranceles, que afectó a los datos subyacentes. Las exportaciones netas restaron 4,8% al crecimiento, lo que representa la mayor contribución negativa registrada hasta la fecha.
Un mejor indicador del crecimiento económico es la demanda interna (compuesta por el gasto del consumidor y la inversión fija privada), que aportó 2,5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, en línea con lo registrado en el cuarto trimestre. Este dato refleja un avance sostenido y constante de la economía estadounidense, a pesar de las distorsiones provocadas por las importaciones, aunque es probable que se registren cifras más moderadas en los próximos trimestres.
Los primeros 100 días de la presidencia adquirieron un significado simbólico durante el primer gobierno de Franklin D. Roosevelt, cuando impulsó reformas decisivas en respuesta a la Gran Depresión. Desde entonces, ese período se ha convertido en un referente común para evaluar el inicio de cada presidencia en Estados Unidos. Esta semana se cumplieron 100 días del segundo mandato del presidente Donald Trump, cuyo desempeño analizamos a continuación.
El presidente Trump ha estado especialmente activo durante sus primeros 100 días, firmando 142 órdenes ejecutivas, según el Registro Federal y el Proyecto Presidencial Estadounidense. De éstas, 37 fueron emitidas durante la primera semana en el cargo (sin contar otras acciones ejecutivas como memorandos y proclamaciones). A finales de marzo alcanzó su orden ejecutiva número 100, superando el récord de Franklin D. Roosevelt, quien firmó 99 en el mismo período. A continuación, analizamos los resultados en tres áreas:
1. Aranceles. No se puede hablar del segundo mandato del presidente Trump sin mencionar los aranceles. Nuestro presidente de Estrategia de Mercado e Inversión, Michael Cembalest, ha estado actualizando el gráfico más relevante de 2025 en su Trump Tracker y ofrece detalles adicionales en su último análisis titulado Eye on the Market: Dogespierre Has Left The Building.
Ha habido mensajes contradictorios sobre las negociaciones bilaterales entre Estados Unidos y China, lo que ha complicado aún más el ya intrincado panorama geopolítico que se viene desarrollando desde el 2 de abril. No obstante, nuestras estimaciones indican que la tasa arancelaria efectiva estadounidense se encuentra actualmente en su nivel más alto desde la década de 1930.
Las compañías enfrentan decisiones complejas debido a los aranceles impuestos a los proyectos de expansión de inventario y capital, lo que impacta el crecimiento económico. En cuanto a los consumidores, quienes anticipan una inflación de 5% en los próximos 12 meses, según la última encuesta de la Universidad de Michigan, tienen básicamente dos opciones: gastar ahora para anticiparse a la subida de precios o ahorrar para aumentar sus fondos de contingencia. Aún está por verse cuál será la elección predominante, pero estaremos atentos a las ventas minoristas, los datos de gasto con tarjeta de crédito y los comentarios de las empresas para detectar señales de cambios en el consumo.
La política y trayectoria arancelarias han evolucionado rápidamente. Nuestro escenario base asume que los acuerdos con los socios comerciales y los efectos de sustitución podrían estabilizar la tasa arancelaria efectiva entre 10% y 20%. Esto impactaría el crecimiento de Estados Unidos, generando un aumento en el desempleo y la inflación, pero probablemente evitando una recesión. La volatilidad del mercado seguiría presente, afectando las utilidades. Sin embargo, los inversionistas podrían beneficiarse de las notas estructuradas que ofrecen exposición a la renta variable defensiva y a ingresos.
2. El desempeño del mercado estadounidense ha quedado rezagado en comparación con el resto del mundo. Este año comenzó con un consenso en Wall Street sobre el excepcionalismo estadounidense, con la expectativa de que el mandato del presidente Trump iniciaría una era de desregulación, recortes de impuestos continuos y un clima de optimismo que impulsaría la actividad y desempeño de los mercados de capitales. Sin embargo, estas expectativas no se han materializado y en su lugar se han inclinado hacia un "excepcionalismo excepto en Estados Unidos". La última encuesta de Bloomberg muestra una probabilidad promedio de 40% de que el país entre en recesión en los próximos 12 meses, según los pronósticos.
No compartimos la opinión de que los inversionistas deberían evitar los activos estadounidenses. En nuestro escenario base, creemos que Estados Unidos evitará una recesión este año y, en ese contexto, la renta variable aún podría superar a la del resto del mundo hasta finales de año. Sin embargo, el mejor desempeño de los activos fuera del país en lo que va de año es la razón por la que recomendamos la diversificación de las carteras.
La diversificación, por definición, implica que no se obtendrá el mayor retorno cada año, pero facilita el desarrollo sostenible de las carteras. Tomemos, por ejemplo, un inversionista con una exposición de 100% al S&P 500 frente a otro con una asignación global 60/40 desde principios de 2023. Este análisis selecciona cuidadosamente el punto de partida antes de dos años consecutivos de retornos superiores a 20% para la renta variable estadounidense, algo que no ocurría desde finales de los 90. Los retornos para ambos inversionistas son atractivos: el que solo opera en Estados Unidos obtuvo 43% frente a 30% de la cartera global. La diferencia radica en que el segundo logró estas ganancias con una volatilidad 36% menor y una experiencia de inversión más estable. Aunque Estados Unidos ha superado al resto del mundo en aproximadamente el doble desde 2010, cada año que un inversionista no diversifica sus activos es uno en el que apuesta activamente a que la tendencia continuará.
La clave está en el retorno cambiario, un factor históricamente ignorado por los inversionistas estadounidenses. Si bien no prevemos que el dólar pierda pronto su estatus de moneda de reserva (ya que lidera casi el 90% de las operaciones con divisas), es probable que el capital continúe desplazándose marginalmente hacia otros mercados globales debido a los riesgos de una caída del dólar. Una estrategia sencilla para posicionarse ante este posible escenario es trasladar parte de sus inversiones a mercados internacionales denominados en otras divisas, enfocándose en aquellos que sean profundos y líquidos, como Europa y Japón. Usando el MSCI World como referencia, creemos que aproximadamente el 30% de una asignación diversificada de acciones debería estar en mercados fuera de EE.UU., con dos tercios de esa parte en Europa. Esto ayudaría a reducir el riesgo cambiario y a diversificar aún más las fuentes de retorno. Si se encuentra fuera de Estados Unidos, considere estrategias de cobertura para proteger sus inversiones de las fluctuaciones de la moneda estadounidense.
3. El déficit: La administración Trump heredó un déficit presupuestario de 1.8 billones de dólares, equivalente al 6,4% del PIB, y tiene como objetivo reducirlo al 3%. La estrategia incluye generar ingresos a través de aranceles, reducir el gasto y promover recortes de impuestos y desregulación para impulsar el PIB.
Extender las rebajas de impuestos probablemente sería favorable para los activos de riesgo estadounidenses, pero conllevaría añadir billones de dólares al déficit del país.
Existen básicamente tres maneras de reducir el déficit: aumentar los ingresos (a través de impuestos), reducir el gasto (los intentos de Departamento de Eficiencia Gubernamental, DOGE, aún no han demostrado la capacidad de reducirlos lo suficiente como para marcar una diferencia significativa en el déficit) o aumentar el PIB. Por ahora, no parece que el déficit vaya a disminuir significativamente, y seguirá siendo un riesgo para los inversionistas. La Oficina de Presupuesto del Congreso prevé que los déficits presupuestarios continuarán durante su horizonte de proyección.
Es probable que la persistente preocupación por el déficit contribuya a una mayor volatilidad en el mercado de bonos del Tesoro estadounidense o, al menos, altere la relación riesgo/recompensa de invertir en este tipo de valores a largo plazo o en aquellos con una duración comparable. Esto genera incertidumbre y mayores rendimientos (prima por plazo) en el extremo más largo de la curva de bonos del Tesoro. En nuestra opinión, preferimos la relación riesgo/recompensa que se ofrece en el extremo inferior (aproximadamente cinco años) de la curva, ya que se ve relativamente menos afectada por la trayectoria de la deuda estadounidense y la incertidumbre macroeconómica, y más afectada por la política de la Reserva Federal. Confiamos en que el próximo paso del banco central será un recorte de tasas, por lo que seguimos considerando atractiva la inversión a corto plazo.
Inmigración: El presidente Trump se centró en la migración no autorizada durante su campaña, prometiendo cerrar la frontera e iniciar un programa de deportación a gran escala similar al implementado por el presidente Eisenhower en la década de 1950. Su administración desplegó militares en la frontera, flexibilizó las restricciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y llegó a un acuerdo con El Salvador para la detención en su territorio de los migrantes deportados. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó que, en marzo, se registraron tan solo 7.180 cruces de la frontera suroeste, la cifra más baja desde 2020, y una drástica caída en comparación con el promedio mensual de 2023-2024, que rondaba los 115.000.
Todos los datos económicos y de mercado son a mayo de 2025 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
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