Tener esta conversación puede ser más fácil (y más productivo) de lo que usted piensa. Consulte nuestra guía rápida sobre recursos familiares.
Amanda Lott
Directora Ejecutiva, Responsable de Planificación por Objetivos
Julia Chu
Codirectora del Centro de Filantropía
Victoria Bolton
Directora Ejecutiva, Asesora de Patrimonio
Aunque hablar de patrimonio con sus hijos puede llegar a resultar abrumador, la buena noticia es que la conversación sobre los recursos financieros de su familia no debería empezar -ni terminar- con una cifra en dólares. En cambio, hablar con sus hijos sobre su patrimonio puede ser un proceso progresivo que dé a los miembros de la familia la oportunidad de explorar qué quieren para sí mismos, su entorno y (quizás) para el conjunto de la sociedad.
Este proceso le puede permitir explorar las raíces de su familia, identificar sus valores fundamentales y transmitir a sus hijos la necesidad de pensar cuidadosamente sobre el patrimonio que disfrutan ahora y que algún día heredarán. Juntos pueden desarrollar una narrativa única que refleje la identidad de su familia.
¿Cómo se hace todo esto? Le presentamos tres pasos que pueden ayudarle a descubrir qué es importante para su familia, así como una manera posible de alcanzar objetivos individuales y colectivos.
1. Articule su visión
Empiece por hacerse estas preguntas: ¿Qué significa su patrimonio para usted, teniendo en cuenta lo que más valora en la vida? ¿Cómo quiere que su patrimonio influya en la vida de su(s) hijo(s)? ¿Qué prioridades desearía asegurarse que quedan cubiertas? (¿Educación? ¿Viajes en familia? ¿Filantropía?) ¿Qué situaciones le gustaría evitar? (¿Hijos con derechos? ¿Gastos sin sentido?).
Es poco frecuente que las familias se tomen el tiempo para identificar los principios básicos en torno a los que tomar las decisiones del patrimonio familiar. Dedicar tiempo a pensarlos y elaborarlos antes de iniciar cualquier conversación puede ser muy útil para hacer realidad el futuro que imagina.
Una vez que tenga una idea inicial de sus deseos, repase estas preguntas con su pareja para descubrir los puntos clave de coincidencia o desacuerdo. Después, haga lo mismo con sus hijos.
Es importante que durante sus conversaciones pueda expresar sus aspiraciones y aquellos resultados que van más allá de lo estrictamente monetario (¿Unión familiar? ¿Participación en la comunidad? ¿Desarrollo de habilidades?). En este punto, es mejor no asignar cantidades específicas de dinero para el futuro en esta etapa.
La clave para que estas conversaciones tengan éxito es escuchar a los demás y responder de forma reflexiva. Incluso la pregunta de un niño puede ser una oportunidad para compartir objetivos, detallar expectativas y comunicar valores.
No espere que las respuestas lleguen rápidamente o que sean siempre las mismas. Con el tiempo, los principios fundamentales surgirán naturalmente de las conversaciones cotidianas.
Actividades a tener en cuenta:
- Cree un árbol genealógico con sus hijos y rastree los éxitos y fracasos familiares con el patrimonio a lo largo del tiempo.
- Pida a sus hijos que hagan una lista de preguntas sobre el dinero y los recursos de la familia. Concéntrese inicialmente en la razón por la que hacen la pregunta, no en responderla inmediatamente. Sus razones para preguntar pueden ayudarle a enfocar su respuesta.
- Incorpore sus valores fundamentales en un lema general que resuma el enfoque de su familia sobre el patrimonio.
2. Dé vida a su visión
¿Está seguro de que sus activos pasarán a los herederos de la manera que usted lo está planificando? ¿Ha orientado adecuadamente a los fideicomisarios? ¿Ha comunicado sus expectativas a la familia, a los fideicomisarios y a otras partes interesadas sobre cómo y cuándo se pondrán los fondos familiares a disposición de las distintas personas?
Cuando usted y su pareja creen y actualicen testamentos, fideicomisos, cartas de deseos y otros documentos de planificación patrimonial, asegúrese de que se ajustan a los principios básicos que usted y su familia han identificado. Este marco legal guiará la forma en que sus herederos se beneficien y administren el patrimonio familiar. Por ejemplo, si viajar es algo que su familia valora, querrá asegurarse de que haya fondos y potencialmente un lenguaje de acuerdo fiduciario que permita el uso de fondos para organizar viajes.
Garantizar la educación de las generaciones futuras es una prioridad para muchas familias. Si su familia comparte este objetivo, una opción es redactar una política de gastos en educación (es decir, un conjunto de directrices de justicia procesal sobre cómo se financiarán los gastos de educación de la familia). Pregúntese: ¿Hasta qué punto desea financiar la educación de su(s) hijo(s) después de la preparatoria? ¿Cubrirá la matrícula, el alojamiento y la comida, además de las cuotas de los cursos? ¿Y el entretenimiento, los teléfonos móviles, los estudios en el extranjero? ¿Financiará gastos comparables para un hijo/nieto que decida no ir a la universidad? ¿En qué circunstancias?
Si su apoyo financiero a la escolarización de sus hijos va acompañado de expectativas sobre su vida después de la universidad (objetivos profesionales, hábitos de gasto, presupuesto, etc.), hágaselos saber. El objetivo último es mantener los canales de comunicación abiertos y aclarar cómo se pueden utilizar -o no- los recursos financieros de la familia en nombre de cada heredero.
Para ello, también puede identificar las funciones y responsabilidades que le gustaría que asumieran los miembros de la familia a medida que vayan madurando. ¿Participar en los negocios familiares? ¿Gestionar fideicomisos? ¿Orientar decisiones sobre inversiones o donaciones filantrópicas? ¿Ganar dinero? ¿Ahorrarlo? Asegúrese de que estos temas formen parte de las conversaciones familiares habituales.
Del mismo modo, comuníquese frecuentemente con asesores externos para asegurarse de que sus planes patrimoniales están actualizados y en consonancia con los objetivos familiares. Incluya a su pareja, y considere la posibilidad de incluir a sus hijos en estas conversaciones, según sea apropiado.
Una historia con moraleja: Con demasiada frecuencia, los beneficiarios no se enteran de los detalles de la herencia ni obtienen información sobre el patrimonio familiar hasta mucho después de haber tomado decisiones vitales inalterables. Con un conocimiento más anticipado podrían haber elegido de forma diferente.
Actividades a tener en cuenta:
- Cenas familiares semanales: Convierta una noche de la ajetreada semana de su familia en un momento determinado para hablar de planes a futuro, de esperanzas y preocupaciones, de su filosofía de inversión, de planificación de contingencias, del patrimonio, etc.
- Considere la posibilidad de redactar una carta de deseos para expresar a sus beneficiarios sus valores y la finalidad prevista para su patrimonio. Las cartas de deseos no son legalmente vinculantes y no revelan necesariamente cantidades de dinero. Más bien son una herrameinta para orientar a los fideicomisarios y beneficiarios sobre sus intenciones. Una vez que su abogado se asegure de que están alineadas con su plan de sucesión, estas cartas se pueden compartir con los miembros de la familia en cualquier momento, lo que puede crear un acontecimiento revelador para todos los involucrados.
3. Fomente el compromiso de la familia
¿Están sus hijos preparados para tomar las riendas y gestionar el patrimonio que usted ha creado? ¿Controlar las empresas familiares u otros activos? ¿Tomar decisiones de inversión informadas por sí mismos?
A los hijos les resulta muy útil entender cómo gestiona la familia sus recursos: la estructura de gobierno y los principios de funcionamiento, así como las funciones y responsabilidades que se les puede pedir que asuman algún día.
¿Se convertirán en fideicomisarios? ¿Participarán en actividades filantrópicas? Si es así, como mínimo, deben aprender a hablar con conocimiento de causa con los asesores de inversiones y con los administradores del patrimonio. Si van a ser fideicomisarios o a dirigir una fundación privada, se necesita un mayor dominio técnico y formación específica.
Este aprendizaje no se produce de la noche a la mañana. El aprecio activo y la administración de los recursos familiares empiezan por ayudar a los hijos a desarrollar sus habilidades de liderazgo y su perspicacia financiera según su edad, sus capacidades y sus intereses. También tiene lugar en muchos foros: discusiones familiares continuas, reuniones/retiros familiares formales dirigidos por especialistas externos, aprovechamiento de la experiencia de los asesores familiares, estudios en línea o cursos presenciales.
Y no olvide la importancia de predicar con el ejemplo. Ayudar a su familia a vivir sus valores en un entorno basado en la comunicación, el comportamiento y el estilo de vida positivos es fundamental para que adopten activamente los valores que usted desea inculcar.
Actividades a tener en cuenta:
- Reservar un pequeño fondo discrecional para apoyar los intereses filantrópicos de su familia. Una vez que esté claro cuáles son sus intereses/pasiones, pueden investigar las organizaciones adecuadas, repartir los fondos y supervisar/informar sobre los resultados. Tenga en cuenta: es más probable que los miembros jóvenes de la familia se involucren si se les da un voto en la elección de la(s) causa(s) que su familia apoya. Además, dado que la filantropía suele suponer solo una pequeña parte del balance de la familia, los hijos podrían terminar teniendo una visión limitada de sus recursos. Por lo tanto, este puede ser un buen primer paso, pero no el último, ya que la filantropía no puede sustituir a las discusiones activas y continuas sobre los objetivos generales de la familia para su patrimonio y su participación en ellos.
- Reúnanse frecuentemente para evaluar los temas de interés a fin de seguir aprendiendo en el seno de la familia.
Desde J.P. Morgan podemos ayudar
Ayudar a sus hijos a aprender a gestionar el patrimonio es un proceso largo y multifacético.
Su equipo de J.P. Morgan puede proporcionar asistencia y materiales significativos para ayudar a sus hijos a gestionar sus finanzas e invertir de forma inteligente. Por ejemplo:
- Actividades de ahorro y gasto para los niños más pequeños.
- Consejos básicos de inversión y planificación financiera para estudiantes de preparatoria y universitarios.
No hay mejor momento que hoy para empezar a compartir sus valores sobre el patrimonio con sus hijos. Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a prepararse para estas conversaciones y a manejarlas, además de proporcionarle recursos para capacitar a sus hijos en sus vidas financieras.