Estrategia de inversión
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Esta semana, una cifra de inflación favorable ayudó a las acciones de gran capitalización en Estados Unidos a recuperar las pérdidas acumuladas en lo que va de año.
En diciembre, los precios básicos al consumidor aumentaron menos de lo esperado. Esta métrica, que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, registró un aumento de 0,2%, situando el dato interanual en 3,2%.
Este comportamiento impulsó los mercados de acciones al alza y empujó los rendimientos de los bonos a la baja. El S&P 500 avanzó +1,9% y se encamina a cerrar su primera semana positiva del año, mientras que el NASDAQ 100 ganó +1,2% y las acciones de pequeña capitalización, representadas por el Índice Solactive 2000, destacaron con un sólido desempeño de +3,5%. Además, los 11 sectores del S&P 500 terminaron al alza, con siete de ellos por encima del índice general.
La semana también comenzó con la presentación de resultados del cuarto trimestre de numerosas empresas del sector financiero, los cuales han sido sólidos. En general, los ingresos fueron más altos y hubo disciplina en los gastos. El buen desempeño de las inversiones impulsó el interés hacia los productos financieros y las comisiones generadas contribuyeron al incremento de los ingresos. Los altos ejecutivos destacaron la resistencia de la economía estadounidense, con consumidores saludables y bajo desempleo, pero advirtieron sobre los riesgos inflacionarios y geopolíticos.
Los rendimientos a lo largo de la curva retrocedieron. En particular, los a dos y 10 años experimentaron su mayor caída en siete semanas y cerraron con 14 y 15 puntos básicos respectivamente por debajo de sus niveles previos.
En el mercado de materias primas, el precio del petróleo subió +2% y registró su cuarta semana consecutiva al alza, impulsado por una mayor demanda debido a un invierno más frío de lo esperado. Por su parte, el oro avanzó +0,9% y se acerca a su mejor racha semanal desde septiembre, respaldado por las continuas compras de los bancos centrales y la persistente incertidumbre geopolítica.
Para cerrar la semana, aprovechamos nuestro análisis de hoy para compartirle nuestras perspectivas sobre los recientes acontecimientos en el extremo más largo del mercado del Tesoro.
Punto de foco
A pesar de que la Reserva Federal ha ido reduciendo su tasa de política, los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años se encuentran más de 100 puntos básicos por encima de sus mínimos de septiembre. Este es un comportamiento inusual: En los siete ciclos previos de recortes desde la década de 1980, éste fue más bajo 100% de las veces 100 días después del primer ajuste.
En 2024, Estados Unidos superó consistentemente las proyecciones de crecimiento. Los economistas anticipaban que la economía creciera 1,2%, sin embargo, esa estimación se ha más que duplicado hasta llegar a 2,7%, y gran parte de ese ajuste se produjo en el cuarto trimestre. Un crecimiento sólido por encima de lo previsto ejerce presión al alza sobre los rendimientos, ya que disminuyen las expectativas sobre cuántos recortes podría implementar la Reserva Federal.
La incertidumbre económica es otro factor importante que contribuye a la presión al alza sobre los rendimientos. Continúan las preguntas sobre dónde se situarán las tasas de política en uno o dos años y qué impacto podrían tener las políticas de la nueva administración sobre la inflación y perspectivas de la Reserva Federal. De hecho, existe una variación de aproximadamente 150 puntos básicos entre los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) sobre cuál debería ser el nivel de las tasas.
Por si sirve de algo, la reciente caída en los rendimientos de los bonos no parece reflejar un aumento de las preocupaciones respecto al déficit estadounidense. El rendimiento de los bonos gubernamentales a largo plazo en comparación con los diferenciales de tasas de interés (que no están sujetos a las mismas dinámicas de oferta y demanda) se ha mantenido estable desde mediados del año pasado. Esto contrasta, por ejemplo, con el creciente descuento asignado a la deuda soberana a largo plazo de Reino Unido, donde los inversionistas han incrementado sus preocupaciones sobre la capacidad del país para cumplir con sus obligaciones de deuda.
Actualmente, creemos que los aumentos de tasas están fuera de la mesa. El mercado laboral no se ha vuelto a ajustar y los sectores sensibles a las tasas de interés siguen rezagados. De hecho, los aumentos salariales pagados a los empleados alcanzaron su punto máximo en 2022 con 5,1%. Desde entonces, esa cifra ha disminuido hasta el 3,9%. En otras palabras, los empleadores creen que pueden ofrecer aumentos salariales más bajos sin arriesgarse a que los empleados busquen otros trabajos. Hasta ahora, este ha sido el caso. La tasa de renuncias, que puede ser un indicador de la confianza en la fuerza laboral (las personas son menos propensas a dejar su trabajo si no creen que puedan encontrar otro), ha caído a su nivel más bajo en cinco años. Además, los sectores sensibles a las tasas de interés han tenido un desempeño inferior al del mercado general desde la primavera de 2023, cuando la tasa de los fondos federales alcanzó su pico por encima de 5%. A medida que nos acercamos a una tasa que ni estimule ni restrinja el crecimiento económico, esperaríamos que esa brecha de desempeño se reduzca.
Entonces, creemos que la Reserva Federal no aumentará las tasas y, por lo tanto, los rendimientos están fijados de manera agresivamente alta para ese escenario. ¿Qué significa esto para las carteras? Que ahora nos sentimos más cómodos agregando duración que hace unos meses. Para los contribuyentes en Estados Unidos, pasar del efectivo a los bonos municipales (que tienen rendimientos por encima de su promedio de 25 años) puede proporcionar ingresos con ventajas fiscales y una oportunidad para ganancias de capital en un contexto de rendimientos a la baja. Para los inversionistas fuera de Estados Unidos, la duración europea se negocia con rendimientos elevados. Y para aquellos que buscan asumir un mayor riesgo crediticio, las acciones preferentes estadounidenses y el préstamo directo ofrecen rendimientos cercanos a los dos dígitos.
Para cualquier pregunta sobre cómo la duración puede encajar mejor en su cartera, póngase en contacto con su equipo de J.P. Morgan.
Todos los datos económicos y de mercado son a enero de 2025 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
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