En lo que va de 2024, su desempeño relativo se explica mejor con el “carry”: cuanto mayor sea el rendimiento que ofrece una moneda, mejor será su comportamiento a la fecha.
Cuanto mayor el rendimiento de una moneda, mejor su desempeño a la fecha
Carry real y retornos al contado a la fecha vs. dólar, %
Volatilidad cambiaria correlacionada con incertidumbre macroeconómica
Índice CVIX e Índice de Incertidumbre Económica Global
El panorama macroeconómico ha estado cobrando aún más fuerza. El impulso de la inmigración a la oferta de mano de obra en Estados Unidos está preparando a la economía para generar un crecimiento sólido sin un resurgimiento significativo de la inflación (como lo demostró, una vez más, el último reporte sobre el mercado laboral del viernes pasado). Por su parte, los datos recientes en la Unión Europea refuerzan nuestra confianza en que lo peor de la desaceleración ya ha pasado, y que se están sentando las bases para una modesta recuperación de la actividad económica.
En América Latina, el proceso de desinflación, junto con la resiliencia de los consumidores, ha dado margen a los bancos centrales para relajar aún más las condiciones financieras. Si bien las tasas de interés han disminuido significativamente en comparación con 2023, algunos señalan una desaceleración en el ciclo de flexibilización o enfatizan la necesidad de “prudencia” (Chile, México y Perú) a medida que la actividad se recupera. Incluso hay más bancos centrales y economistas revisando sus estimaciones de crecimiento al alza para 2024. El Banco Central de Chile ha sido el último en hacerlo y ahora sus expectativas para el PIB de este año se ubican en 1%-3% (desde 1,21%-2,25%), después de registrar una actividad económica más fuerte de lo esperado.
En pocas palabras: la volatilidad del mercado de divisas debería seguir baja a medida que los riesgos de cola en la economía global sigan disminuyendo.
A continuación, algunos factores para considerar con este tipo de telón de fondo:
1. Cuando la volatilidad del tipo de cambio es baja, el carry es su mejor fuente de retornos en los mercados de divisas. Así fue en 2023 y en lo que va de 2024 ha continuado por el mismo camino. Cuando el carry se ajusta a la inflación (el de Turquía y Argentina es alto en términos nominales pero no en términos reales), la correlación con los retornos generados este año es aún más clara.
Volatilidad del tipo de cambio es extremadamente baja...
Volatilidad implícita a tres meses vs. rango durante el último año
2. Dentro del Grupo de los 10 (G-10), el dólar es una moneda de alto carry. Por el momento, esperamos que el dólar siga bien respaldado y nuestro escenario base sigue siendo que revertirá su sobrevaluación en el mediano plazo. Sin embargo, es poco probable que ocurra antes de la segunda mitad del año, por lo que seguimos favoreciendo las posiciones largas en dólares frente a las monedas de la mayoría de sus pares del G-10—particularmente las de bajo rendimiento en Europa, donde los bancos centrales podrían relajar su postura antes de la Reserva Federal. En este último caso, el franco suizo es nuestro preferido.
3. El dólar no es de alto rendimiento en comparación con algunas monedas de los mercados emergentes, como América Latina. Creemos que el tipo de cambio latinoamericano de alto rendimiento está bien posicionado para generar retornos totales positivos frente al dólar y superar al de sus pares del G-10 de menor rendimiento. Si bien algunas divisas de alto rendimiento han tenido un desempeño inferior (por ejemplo, el real brasileño), esto se ha debido, en parte, al nerviosismo por los riesgos políticos. En particular, nos enfocamos en aquellas con tasas reales altas respecto a la moneda estadounidense y con probabilidad de que las mantengan durante 2024, incluso cuando los bancos centrales de la región reduzcan gradualmente las tasas desde los niveles actuales.