Estrategia de inversión
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Las acciones estadounidenses se encaminan hacia su segunda semana consecutiva de caídas. Esta semana, Nvidia (-11%) superó las expectativas de utilidades, pero pronostico una disminución de sus márgenes brutos, lo que decepcionó a los inversionistas. Las noticias políticas añadieron presión, ya que el presidente Donald Trump afirmó que los aranceles de 25% a Canadá y México entrarán en vigor el 4 de marzo y que se impondrá un impuesto adicional de 10% a las importaciones chinas.
La combinación de estos factores está generando una caída de -2,5% del S&P 500 esta semana, lo que lleva el desempeño acumulado del año a territorio negativo. Las principales compañías del índice (“Siete magníficos”) han retrocedido -8,4% y el sector más grande (tecnología) ha caido -5,6%, lo cual ha pesado sobre los retornos acumulados en lo que va del año.
Mientras tanto, Europa sigue destacando por su buen desempeño. El Stoxx 50 se encamina a terminar la semana con un aumento de +1,1%, ya que la confianza de los inversionistas ha impulsado una expansión en las valuaciones.
Dado el temor al crecimiento en Estados Unidos, la renta fija está proporcionando nuevamente diversificación. Los rendimientos de los bonos a 10 años se encaminan hacia su séptima semana consecutiva de caídas, la racha más larga desde 2019, ubicándose en 4,26% (17 puntos básicos más bajo), mientras que el bono a dos años (4,05%) ha retrocedido 15 puntos básicos.
Dado que la diversificación ha vuelto a ser un tema clave, nuestro análisis de hoy se enfoca en las acciones globales y la renta fija.
Este año comenzó con un consenso en Wall Street: La desaceleración del crecimiento en Europa y China, frente al auge del espíritu empresarial y la desregulación en Estados Unidos llevaría a la continuación del excepcionalismo estadounidense.
Dos meses después, esa expectativa consensuada no se ha materializado. Estados Unidos se encuentra entre los últimos en cuanto al desempeño de la renta variable de los países desarrollados, mientras que Europa y China han repuntado.
Las acciones chinas comenzaron el año cotizando a más de dos desviaciones estándar por debajo de su promedio de precio/utilidad futura de los últimos tres años. Un avance significativo en la tecnología de inteligencia artificial (IA), a través del método “Mode-of-Experts” de Deepseek, cambió la percepción en la región. Las acciones repuntaron y las valuaciones aumentaron, llevando la relación precio/utilidad futura a cotizar aproximadamente una desviación estándar por encima de su promedio de tres años.
La historia ha sido similar en Europa. La región normalmente cotiza con un descuento de precio/utilidad futura de 25%-30% en relación con Estados Unidos, pero comenzó el año con un descuento de alrededor 40%. A mediados de enero, las acciones se fortalecieron y experimentaron un avance cercano a 1%. Esto, combinado con un viento a favor por el aumento del gasto en defensa (los términos para poner fin a la guerra en Ucrania están siendo negociados), resultó en un repunte de 12% en lo que va de año. Actualmente, Europa cotiza más cerca del descuento típico de 25%-30% en relación con Estados Unidos.
Lo que tienen en común ambas historias es que no creemos que hayan cambiado los factores fundamentales de la economía ni el panorama de las utilidades: El repunte fue impulsado por la percepción y una recuperación de las valuaciones.
Por otro lado, el bajo desempeño estadounidense fue impulsado por el rezago de la tecnología. Datos más débiles en Estados Unidos y la noticia de que Microsoft podría cancelar algunos de los alquileres de sus centros de datos generaron una venta masiva en el sector más grande del S&P 500 (representa 30% del índice). Además, hemos observado que las empresas más importantes del índice se están quedando atrás en comparación con sus pares: Los “Siete magníficos” han bajado -8,4% en lo que va de año, un cambio respecto a 2023 y 2024, cuando contribuyeron con 60% y 54%, respectivamente, del desempeño del índice.
El desempeño superior fuera de Estados Unidos es la razón por la que abogamos por la diversificación de las carteras, para aprovechar mejores oportunidades en otros mercados. Creemos que la asignación de 25% del Índice MSCI Mundo en países desarrollados (excluyendo a Estados Unidos) es un buen punto de referencia para los inversionistas.
Abogamos por la diversificación no solo entre geografías de renta variable, sino también entre clases de activos. Una de ellas, que también fue una recomendación fuera de consenso para 2025, es la renta fija.
Los inversionistas se han resistido a la renta fija porque su correlación con las acciones ha aumentado en los últimos dos años. Es decir, ya no se mueve en una dirección opuesta a las acciones, como ocurría en el pasado. Sin embargo, esto se debe a que el choque que experimentaron los mercados durante ese período fue inflacionario. La renta fija no protege a las carteras de la inflación. Como su nombre indica, los ingresos son "fijos" y, si los precios suben simultáneamente, el poder adquisitivo se ve erosionado. Por eso hemos abogado por añadir resiliencia como cobertura ante la inflación con activos como bienes raíces, infraestructura, estructuras y oro.
En cualquier caso, la renta fija sigue funcionando como resguardo para las carteras y lo hace específicamente frente a los choques de crecimiento, independientemente del aumento de la correlación con las acciones. Por lo tanto, estamos recordando a los inversionistas algunos de los principios fundamentales de la inversión en renta fija para guiar sus decisiones de asignaciones este año.
Actualmente, los bonos están mejor posicionados frente a una venta masiva de tasas. Una preocupación que a menudo plantean los inversionistas que mantuvieron bonos durante la venta masiva de tasas de 2022 es el riesgo de un desempeño adverso si éstas vuelven a subir. La diferencia clave entre ambas situaciones es que un inversionista recibe hoy mucho más ingreso gracias al mayor rendimiento inicial.
Podemos ver un ejemplo de esto si comparamos el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años a principios de 2022 con el de finales de 2024. Entre el primer trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2024, éste aumentó aproximadamente 80 puntos básicos, pero el rendimiento inicial a comienzos del primer trimestre de 2022 era solo de 1,5%, mientras que a comienzos del cuarto trimestre de 2024 era de 3,8%. El rendimiento fue 200 puntos básicos más alto en 2024 porque el rendimiento inicial era más del doble que en 2022. En otras palabras, los inversionistas recibieron más del doble de ingresos que habían recibido dos años antes para compensar un cambio similar en las tasas. Los rendimientos más altos pueden proporcionar un colchón frente a movimientos adversos (subida) de las tasas y acumularse sobre la apreciación de los precios en un escenario ventajoso (bajada de tasas).
Los inversionistas nuevamente están siendo compensados por el riesgo de tasas de interés. El 23 de octubre de 2024, los mercados de renta fija alcanzaron un hito, cuando el Índice Agregado de Bonos de Estados Unidos de Bloomberg volvió a ofrecer un rendimiento superior al del bono del Tesoro a tres meses. Por primera vez desde enero de 2023, los inversionistas fueron compensados por salir del efectivo y asumir riesgos de crédito y duración. Para los clientes que tienen exceso de efectivo, este podría ser el momento oportuno para considerar una asignación a activos de renta fija, no solo por el incremento en el rendimiento, sino también por su capacidad de resguardo en una desaceleración del crecimiento tradicional. El riesgo de este enfoque es que la inflación resurgente y la volatilidad subsecuente de las tasas lleven a una venta masiva, pero nuestro caso base sigue anclado en una continua desinflación, incluso si la Reserva Federal hace una pausa prolongada.
La rotación del efectivo hacia una estrategia de bonos municipales de corta duración o bonos corporativos con grado de inversión paga una prima de rendimiento sobre el efectivo y ofrece resguardo frente a un crecimiento más lento. Este no era el caso hace seis meses. Considere estas ventajas duales al asignar capital.
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Todos los datos económicos y de mercado son a febrero de 2025 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
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S&P: El S&P 500® es ampliamente considerado como el mejor indicador único de las acciones de gran capitalización de Estados Unidos y sirve como base para una amplia gama de productos de inversión. Incluye 500 empresas líderes y representa aproximadamente el 80% de la capitalización de mercado disponible.
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