Estrategia de inversión
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Ha sido una semana de altibajos. Recientemente, analizamos minuciosamente la inflación, política del banco central, elecciones estadounidenses, geopolítica y sus implicaciones para nuestras perspectivas y posicionamiento de cartera. Reconocemos que estas dinámicas pueden generar volatilidad, incluso cuando vemos un año fuerte por delante tanto para la economía como para los mercados.
Para la mayoría, la volatilidad no es divertida. De hecho, algunos se preguntan si es hora de “salir” del mercado o de conservar el exceso de efectivo. No lo creemos. Para muchos inversionistas a largo plazo probablemente sea el momento de permanecer (o invertir). Puede parecer un cliché, pero recuerde que somos humanos y, como tal, seres emocionales. Y esto tiene más valor del que puede creer.
En nuestro análisis de hoy, compartimos cinco principios que permitirán a los inversionistas aceptar lo desconocido:
Todos los años, el dicho “venda en mayo y váyase” se convierte en un titular mediático (se basa en la idea de que este mes tiende a ser más débil para las acciones que otros).
Sin embargo, este año muestra particularmente por qué este enfoque puede llevar a perder oportunidades cruciales para crecer y acumular patrimonio con el tiempo. A pesar de toda la incertidumbre que ha habido, el S&P 500 ha subido casi 4% este mes, hasta el momento el segundo más fuerte de 2024 y muy por encima del retorno promedio de mayo en los últimos 30 años. Esto ilustra por qué tratar de cronometrar el mercado puede ser un hábito peligroso.
Otro ejemplo. Durante las últimas dos décadas, un inversionista completamente invertido en el S&P 500 ha recibido un retorno anual total de 10%. Sin embargo, si hubiese vendido en el momento “equivocado” y sólo perdido los 10 mejores días, su retorno se habría reducido a casi la mitad, justo por debajo de 6%. Evitar estos errores también puede ser difícil, porque los días malos y buenos tienden a agruparse. Durante ese mismo período de tiempo, siete de los 10 mejores días ocurrieron dentro de poco más de dos semanas de los 10 peores días.
Nadie tiene una bola de cristal. Entonces, si bien puede resultar cómodo quedarse con dinero en efectivo, el miedo, codicia o medidas precipitadas para “burlar” al mercado pueden llevar a tomar decisiones emocionales o a seguir al rebaño, en lugar de a elecciones lógicas.
Si va a hacer cualquier trabajo en su hogar, necesitará diferentes herramientas. Su cartera no es diferente. Ya sea efectivo, acciones, bonos o inversiones alternativas, cada activo desempeña un rol distinto para ayudar a que alcance sus objetivos a largo plazo.
Efectivo: Todo el mundo lo necesita. Muchos también suelen considerarlo como un refugio seguro o, cuando las tasas de interés son altas, como un ingreso. Sin embargo, debido a la inflación, preservarlo tiene un costo, por lo que es importante determinar cuánto se necesita realmente y cuánto puede invertir para lograr otros objetivos. Durante los últimos 30 años, el efectivo y las letras del Tesoro a corto plazo apenas han seguido el ritmo de la inflación general y no han podido mantenerse a la par de los costos de bienes y servicios importantes como la gasolina, salud y educación.
Acciones: Tener una acción significa poseer una participación en una empresa y su futuro. A menudo, esto significa beneficiarse del crecimiento de las utilidades y de los dividendos pagados para recompensar a los accionistas. En las últimas tres décadas, ambos han contribuido con alrededor de 95% del retorno total acumulado del S&P 500 (cercano a 2.000%), mientras que el restante 5% es atribuible a cambios en las valuaciones. Entonces, si bien la renta variable presenta una mayor volatilidad, también puede impulsar la apreciación del capital.
Bonos: Proporcionan ingresos estables a través del pago regular de cupones. Después de la crisis financiera mundial y con las tasas de interés fijadas en niveles bajos de emergencia, no rindieron mucho. Ahora, la recuperación de la postpandemia (si bien fue un ajuste doloroso) ha hecho que los bonos sean más competitivos. Tácticamente, la duración corta ofrece un fuerte potencial riesgo/recompensa, a medida que los bancos centrales recurran a los recortes. Estratégicamente, la larga duración puede servir como lastre para la debilidad económica.
Alternativas: Como sugiere su nombre, las alternativas pueden ofrecer fuentes de retorno diferenciadas, lo que reduce la volatilidad y mejora los retornos. Con una fuerte economía situada dentro de los contornos de un mundo frágil, éstas pueden ser importantes. Por ejemplo, los activos reales y la infraestructura pueden proteger contra la inflación, el crédito privado puede obtener una prima en medio de tasas más altas y otros administradores pueden acceder a oportunidades de difícil acceso o en etapas tempranas en las áreas de inteligencia artificial, seguridad y transición energética.
En definitiva, cada uno tiene un rol y la diversificación es la clave para obtener retornos consistentes.
Los inversionistas deberían esperar retrocesos, tanto grandes (como la caída de 2022, la peor para las acciones estadounidenses desde la crisis financiera mundial), como pequeños (como el ocurrido durante la tensión bancaria de marzo de 2023). Pero, a pesar de estas ventas masivas, los mercados bursátiles han recompensado a largo plazo. Desde 1980, el retroceso promedio intra anual del S&P 500 ha sido de -14% y, en 16 de esos 44 años, se registraron pérdidas aún mayores. Sin embargo, el retorno anual fue positivo en 33 de 44 años (75% del tiempo).
De nuevo, si bien el “riesgo” para las acciones es la volatilidad, la “recompensa” históricamente ha llegado a largo plazo con la apreciación del capital.
En el corto plazo, los activos tienen una amplia gama de resultados potenciales. A largo plazo, las posibilidades parecen mucho más seguras y ofrecen una oportunidad para recuperar las pérdidas y seguir acumulando patrimonio.
Considere esto: Si invirtió en el S&P 500 durante cualquier año calendario entre 1950 y 2023, su retorno total más alto podría haber sido de 52%, mientras que el más bajo una dolorosa caída de 37%. Se trata de un rango amplio, un recordatorio de que es difícil predecir hacia dónde podrían ir los mercados en un año determinado.
Pero, digamos que adoptó una mentalidad más a largo plazo e invirtió durante cinco años. El rango, entonces, resulta mucho menos aterrador, con retornos bursátiles anualizados entre una ganancia de 29% y una caída de 2%. O, si para construir una asignación 60/40 agrega la relativa estabilidad de los bonos básicos de Estados Unidos, la combinación de renta fija y variable no experimentó un retorno negativo anualizado durante ningún período consecutivo de cinco años en esos 70 años1.
Tenga en cuenta el horizonte temporal de sus objetivos.
A menudo, una pregunta sencilla es la más importante y difícil de responder: ¿Cuál es el propósito de su patrimonio? Es importante considerar...
¿Cuánto efectivo necesita para estar cómodo? ¿Va a realizar próximamente compras o pagos de impuestos? ¿Necesita activos que ofrezcan ingresos y flujo de caja, crecimiento para construir su capital con el tiempo o aprovechar las oportunidades a medida que surjan?
Lo que queremos hacer con el dinero (nuestros objetivos) son la raíz de por qué invertimos.
En resumen, sabemos que siempre hay algo de qué preocuparse. Sin embargo, principios como estos pueden ser herramientas poderosas para evitar los peligros de errores inoportunos impulsados por las emociones, así como para capitalizar oportunidades alineadas con sus objetivos.
Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a que su cartera logre el objetivo que ha definido para su patrimonio.
1Los retornos son del año calendario entre 1950 y 2023. Las acciones están representadas por el S&P 500 y los bonos por Strategas/Ibbotson antes de 1976 y por el agregado de Bloomberg después de ese año.
Todos los datos económicos y de mercado son a mayo de 2024 y proceden de Bloomberg Finance L.P. y FactSet, a menos de que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
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