Bien manejada, puede proporcionarle flexibilidad financiera, servir a su plan patrimonial general y ayudarle a crear un legado duradero.
Agnes Le Ster, Managing Director for J.P. Morgan Private Bank
Charlotte Eyerman, Executive Director and Chief Art Curator for J.P. Morgan Chase & Co.
Sarah Collins, Executive Director for J.P. Morgan Private Bank
El arte, y la pasión por éste, pueden ayudarnos a sustentarnos, especialmente en tiempos difíciles. Un coleccionista serio lo sabe. Quizás los confinamientos relacionados con la pandemia le dieron más tiempo para disfrutar de algunas de sus piezas favoritas. Quizás participó en las innovadoras subastas globales online de Christie's, Sotheby's, Phillips, Artcurial y otras firmas, a medida que el mercado aceleraba la adopción de la mega tendencia de la digitalización. O, quizás, haya vuelto a las visitas presenciales a las galerías.
Su colección de arte privada también tiene valor como un poderoso activo financiero. La pregunta es: ¿cuál sería la mejor manera de construirlo y usarlo, particularmente en estos tiempos volátiles?
Las respuestas específicas dependen, obviamente, de cada coleccionista y varios factores, incluyendo el país de origen y el objetivo que quiere alcanzar. Aun así, es útil estar al tanto de algunos de los problemas que pueden surgir y de prácticas que otras personas emplean con éxito. A continuación, le ofrecemos algunas preguntas y respuestas clave que pueden ayudarle a decidir lo que podría funcionar mejor para usted.
¿Cuál es el régimen de propiedad de la colección?
Ser propietario directo, o con su cónyuge, puede ser una excelente manera de comenzar una colección de arte privada. A medida que se va construyendo, se suele establecer más bien una entidad legal intermediaria. Hacerlo le ofrece un vistazo consolidado, permite una gestión centralizada y limita la aplicación de leyes a un solo país. También puede ayudarlo a mantener todas las piezas juntas para las generaciones futuras. Los beneficios adicionales dependen de las leyes del lugar en dónde opere y del tipo de régimen de propiedad elegido.
En los llamados “países de derecho civil”, como Francia y México,1 las entidades legales más frecuentemente utilizadas para invertir en obras de arte son corporaciones o fundaciones (especialmente si desea establecer un legado). Los principales beneficios de este enfoque incluyen la asistencia en la organización, seguro y contratación de profesionales para cuidar de la colección. También puede haber ventajas transfronterizas, como la protección ante impuestos de otro país. Por ejemplo, supongamos que es ciudadano mexicano y tiene una pintura en una segunda casa en California. Si su empresa mexicana es la propietaria de la pieza, es probable que no deba pagar impuestos sobre el capital en Estados Unidos si la vendió a un distribuidor en Malibú. Además, puede protegerse contra los impuestos de transferencia estadounidenses si decide regalar la pieza a un miembro de la familia en la siguiente generación.
En Estados Unidos, “país de derecho consuetudinario”, las entidades legales elegidas para la propiedad de obras de arte suelen ser fideicomisos o sociedades de responsabilidad limitada (LLC por sus siglas en inglés). Éstas también pueden ayudarlo a organizar y transferir su colección. Los beneficios adicionales para los contribuyentes estadounidenses incluyen privacidad y protección contra la responsabilidad personal.
Muchos propietarios estadounidenses quieren evitar que el público y la prensa conozcan el tamaño, naturaleza, valor o extensión de sus posesiones. Afortunadamente, la propiedad del arte no suele formar parte del registro público.
Sin embargo, si desea que su identidad no se divulgue o descubra fácilmente, debería adquirir la pieza, pagar los gastos asociados e, incluso, pedir prestado contra ella usando un fideicomiso revocable o LLC con nombre genérico (por ejemplo, "25 Elm Street Trust" o "25 Elm Street LLC"). En la medida en que el público y la prensa puedan acceder a la información sobre el propietario de una obra de arte, es posible que solo obtengan el nombre del fideicomisario (quizás su abogado) o de la LLC (el anonimato no se obtiene si la empresa privada está en un país de “ley civil”).
Una LLC también pone una capa de protección entre usted y posibles litigios en Estados Unidos, la cual va en dos direcciones. Si un reclamo no relacionado con su arte tiene éxito, lo máximo que un acreedor podría recibir es un interés en la LLC propietaria y no puede obligar a la venta de la pieza. Por el contrario, si se demanda a la LLC (por ejemplo, por incumplimiento de un contrato de arrendamiento relacionado con la obra), generalmente, sus activos personales no se podrán utilizar para satisfacer el reclamo.
La digitalización del arte
Toda la planificación descrita anteriormente ha funcionado muy bien para colecciones tradicionales (es decir, pinturas, esculturas y otras obras tangibles). Pero ¿qué pasa con las que no lo son? La última tendencia en el mundo es la creación y venta de un NFT (por sus siglas en inglés) o token no fungible. Un NFT es un activo digitale y puede representar piezas de arte, música, imágenes, escritos y videos. Se compra y vende completamente en línea utilizando tecnología de blockchain, tal como ocurre con las criptomonedas.
Los NFT de arte digital experimentaron un gran auge durante la pandemia. Hasta ahora, sin embargo, el mercado ha sido extremadamente volátil y no tiene la misma trayectoria que el tradicional. Sin embargo, si está interesado en adquirir uno, debe considerar estas tres preguntas de planificación de sucesión: si algo le sucediera, ¿quién sabría acerca de su colección de NFT? ¿cómo accederían sus beneficiarios a estos activos? y ¿cómo puede transferir legalmente la propiedad?
Como primer paso, haga una lista de su colección de NFT y mantenga en un lugar seguro el registro, ubicación (es decir, la billetera digital donde lo almacena) e información necesaria para obtener acceso, como nombres de usuario y contraseñas, de cada obra. Permita que al menos una persona de confianza tenga todos estos detalles. En segundo lugar, asegúrese de que sus documentos legales aborden estos activos y den acceso adecuado a los mismos a su albacea. Consulte con su abogado sobre el lenguaje que debe incluirse en su testamento o fideicomiso para asegurarse de que sus beneficiarios reciban sus NFT.
¿Cómo puede su colección de arte aumentar su flexibilidad financiera?
Un préstamo puede apoyar sus objetivos de construcción de una colección de arte. También puede ayudarlo a mantener sus inversiones encaminadas, lo que puede ser especialmente útil durante tiempos volátiles.
Los coleccionistas a menudo se benefician de las líneas de crédito, para ayudar a construir y mantener sus colecciones. En muchos casos, tener fácil acceso a liquidez les permite moverse rápidamente en la compra de importantes piezas recién introducidas al mercado a través de la liquidación de un patrimonio u otras situaciones inesperadas como un divorcio. Por supuesto, no todos tienen suficiente efectivo para adquirir una obra maestra que de repente esté disponible. Por esta razón, muchos abren líneas de crédito, a menudo aseguradas por su arte, que les permiten vincular la adquisición con futuros eventos de liquidez o, incluso, mantener un apalancamiento prudente durante muchos años contra la colección, a medida que el valor de ésta se aprecia. El acceso a liquidez a través de una línea de crédito es una herramienta esencial y trabajar con prestamistas sofisticados permite aprovechar varias opciones.
Otro beneficio es que los coleccionistas no están restringidos a utilizar estas líneas de crédito solo para la compra de arte, sino que pueden usarlas para financiar salidas de dinero inesperadas o considerables sin tener que liquidar inversiones u otros activos y desencadenar prematuramente impuestos a las ganancias de capital. También pueden costear inversiones que ayuden a diversificar y crecer sus balances personales. Si se estructuran correctamente, el prestatario se beneficiaría de la deducción de intereses de la inversión para compensar los ingresos, siempre que las ganancias sean utilizadas con fines de inversión.
¿Cómo encaja su colección de arte en su panorama financiero?
El arte es un activo inusual por muchas razones, incluyendo el vínculo emocional que el propietario establece con él, la inherentemente ilíquida naturaleza de la obra y su relativa estabilidad a largo plazo. Sin embargo, si está adquiriendo piezas a precios significativos, es un activo. Algunos de nuestros clientes ven este tipo de inversión como una forma de diversificar sus carteras. Pero, incluso si nunca ha visto sus posesiones a través de esta lente, le recomendamos que las evalúe cuidadosamente en el contexto de sus objetivos financieros a largo plazo y de su planificación patrimonial.
Una de las muchas ventajas de trabajar con J.P. Morgan es que, dado que el préstamo contra arte es una de nuestras fortalezas. Tenemos duraderas relaciones con algunos de los coleccionistas más importantes del mundo y hemos acumulado conocimientos a lo largo de décadas de trabajo y también como uno de los coleccionistas corporativos más grandes y antiguos del mundo. Su equipo de J.P. Morgan puede trabajar con nuestros especialistas a nivel mundial, para ayudarlo a usted y a sus asesores profesionales a asegurarse de que su colección lo ayude a lograr sus objetivos, sin importar dónde usted y sus obras vivan.
1 En los “países de derecho civil”, predominan los estatutos codificados. Por el contrario, los de “ley consuetudinaria”, como Estados Unidos, tienen estatutos y sentencias judiciales.