Se calcula que cuando china crece un 1%, la economía global sube un 0,3%. Para algunas economías de América Latina, el impacto podría ser aún mayor.
Después de casi tres años de aislamiento internacional y severas restricciones a la movilidad a causa de la pandemia, a principios de diciembre China puso fin a muchas de las políticas que limitaron severamente la actividad económica del país. Si bien la decisión se produjo, en gran medida, por la escalada de protestas sociales en noviembre que amenazaron la estabilidad del régimen y sacudieron a los líderes del Partido Comunista, también fue parte de un esfuerzo concertado para frenar el alto costo de la política de cero COVID sobre la economía.
La reapertura se produjo antes de lo esperado. Esto ha sido positivo no solo para la economía local (que en 2022 logró expandirse solo un 3%, por debajo del objetivo oficial del 5,5%), sino también para la economía mundial, dada la contribución relativamente grande de China al crecimiento global. ¿Qué podría significar esto para América Latina?
Conclusiones clave sobre la reapertura china
- Se espera que impulse la expansión económica global.
- Su impacto inflacionario podría ser menor al esperado.
- El consumo y el turismo serán los primeros en beneficiarse, seguidos de la inversión.
- Empujaría el crecimiento de las materias primas y flujos comerciales.
- Respaldaría parcialmente a las monedas latinoamericanas.
Preparando el camino: La contribución china al crecimiento mundial
Después de crecer un decepcionante 3% el año pasado (basado en sus propios estándares históricos), se prevé que la reapertura impulse la expansión china hasta 5,8% en 2023. Esta no solo es una gran noticia para el propio país, sino también para sus principales socios económicos y para el mundo en general. De hecho, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), dada su preeminencia como el segundo mercado más grande y mayor contribuyente al crecimiento del mundo, una expansión marginal de 1% de China se traduce en un aumento de 0,3% en la economía global. El impacto sería incluso mayor en algunas naciones latinoamericanas, como Brasil, Chile y Perú, dados sus estrechos vínculos comerciales con el gigante asiático.
Se estima que el auge por la reapertura podría aumentar la demanda interna en China hasta en un 5%, lo cual equivale a casi 900 mil millones de dólares (aproximadamente el tamaño de las economías de Argentina y Chile juntas). Dado que el gobierno ha llegado a la conclusión de que la necesidad de fortalecer la expansión económica a corto plazo supera el objetivo a largo plazo de reducir el poder de las grandes corporaciones, se espera que un mayor consumo a nivel local ayude a reducir, aunque no a eliminar, el riesgo de recesión global. De hecho, algunas estimaciones optimistas sugieren que la reapertura china podría empujar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial hasta en 1% para finales de 2023.
CRECIMIENTO DEL PIB REAL DE CHINA
% cambio año tras año
El impacto de la reapertura china sobre la inflación
Si bien la reactivación de la economía china podría proporcionar un impulso muy necesario para el crecimiento internacional, a algunos observadores les preocupa que también pueda aumentar las presiones inflacionarias. Sin embargo, es probable que el esperado debilitamiento de la demanda agregada mundial en el corto plazo las modere. Cualquier subida significativa de los precios podría ser menor de lo que mucha gente puede temer, ya que China está reabriendo su economía por sí misma, mientras que Estados Unidos y Europa, los otros dos grandes motores de la actividad económica mundial, lo hicieron conjuntamente. Dicho esto, aún debe tenerse en cuenta que la incertidumbre sigue siendo alta, no solo sobre la trayectoria de la recuperación china, sino sobre las otras fuerzas que potencialmente podrían mover la inflación global, como las tasas de interés, la Guerra en Ucrania y el precio de las materias primas.
La reapertura china debería impulsar a los sectores de consumo y viajes
Según la mayoría de los análisis, los sectores económicos que se beneficiarán inicialmente de la recuperación de la demanda china son los expuestos al consumo, como el turismo, y luego las inversiones, particularmente en infraestructura. Se espera que los primeros mercados emergentes favorecidos por el ímpetu de la reactivación sean los asiáticos que reciben la mayor parte de los turistas chinos (Vietnam, Tailandia, Filipinas, Indonesia y Malasia, principalmente). Algunos destinos en América Latina, como Brasil, México y Perú, también se verían positivamente impactados—aunque en menor medida dada la distancia geográfica que separa a China de América Latina.
Si bien los vuelos dentro de China ya comenzaron a normalizarse, los internacionales se están recuperando mucho más lentamente, pero es solo cuestión de tiempo. A medida que los patrones de turismo se normalicen, es probable que aumente el déficit comercial de viajes del país, lo que ayudaría a impulsar a economías extranjeras dependientes de los turistas, muchas de ellas en América Latina.
El impacto positivo de la inversión china sobre la infraestructura tardará en materializarse
A medida que reabra por completo su economía, la inversión china en infraestructura será particularmente importante para los países latinoamericanos que producen metales industriales, como Chile (más de dos tercios de sus exportaciones de cobre van a China), Perú (también proveedor importante de cobre del gigante asiático) y Brasil (quien vende volúmenes significativos de mineral de hierro a China). Sin embargo, es posible que la demanda de materiales de construcción (como cobre y mineral de hierro) no tengan un impulso significativo hasta más entrado el año, dado que el sector inmobiliario chino sigue deprimido y su perspectiva es todavía algo incierta. Por ello, el impacto favorable no se materializará hasta que haya una mejora no solo en los precios, sino también en los volúmenes de importación de metales.
El aumento de la demanda china debería ser positiva para los exportadores de materias primas
Más allá del aumento del consumo y flujos de turismo, la recuperación china podría generar importantes beneficios económicos adicionales para América Latina, especialmente para los países exportadores de materias primas. Mientras que Estados Unidos sigue siendo el principal socio de México y América Central, China lo es para América del Sur, donde se encuentran las mayores economías exportadoras netas de productos básicos. Su reapertura favorecería más directamente a estos mercados, aunque realmente beneficiaría a toda la región. Por ejemplo, se estima que más del 30% de las exportaciones totales de Brasil y 70% de sus ventas de soya van a China, mientras que Chile le envía el 67% de sus exportaciones de cobre y cerca de 40% de sus exportaciones totales al gigante asiático. En términos más generales, la reactivación de China podría impulsar la demanda y precios de los bienes agrícolas, metales industriales y energía, favoreciendo en gran medida a naciones como Argentina, Perú y Colombia.
EXPORTACIONES DE AMÉRICA LATINA HACIA CHINA
% del total de exportaciones
El aumento de la demanda china debería impulsar los flujos comerciales mundiales
Aunque los efectos más directos de la reapertura china sobre el crecimiento del PIB extranjero están destinados a ser más fuertes en Asia (donde se encuentran los países más estrechamente vinculados a la cadena de suministros china), aquellas regiones cuya relación económica con el gigante asiático se haya fortalecido significativamente con el tiempo también los sentirán, aunque más indirectamente. Una de ellas es América Latina, que ha pasado de tener flujos comerciales totales de 12.000 millones de dólares en 2000 (0,6 % de su PIB) a 428.000 millones en 2021 (8,5% del PIB). A medida que consolide su recuperación y expansión (a pesar de que México, el mayor exportador e importador de la región, tiene a Estados Unidos como principal socio comercial), las perspectivas futuras de América Latina con China son alentadoras: las últimas predicciones de intercambio comercial entre ambas partes superan los 700.000 millones de dólares para 2035.
INTERCAMBIO COMERCIAL ENTRE AMÉRICA LATINA Y CHINA HA CRECIDO SOSTENIDAMENTE
Miles de millones de dólares
La reapertura china podría disminuir la presión sobre las monedas latinoamericanas
Si la reactivación china efectivamente aumenta el precio de las materias primas, como granos y metales industriales, ayudaría a mejorar los términos de intercambio de Brasil, Argentina, Colombia, Chile y Perú. Esto podría llevar a que sus monedas se aprecien en el margen, aliviando así las presiones inflacionarias internas. A pesar de la reciente fortaleza del dólar en relación con sus pares en los mercados desarrollados y la actual volatilidad e incertidumbre del mercado financiero, en lo que va del año la mayoría de las divisas latinoamericanas clave (con el peso argentino como la excepción más notable) se han apreciado con respecto al dólar. Sin embargo, no existe garantía de que esta tendencia se mantenga en el corto plazo, ya que el consenso espera que las monedas latinoamericanas se deprecien en los próximos meses, particularmente a medida que los bancos centrales regionales más grandes (con la posible excepción del Banco de México) empiecen a bajar las tasas de interés. Esto significa que si bien cualquier aumento en los precios de las materias primas por la reapertura de China ayudaría a respaldar el valor de las principales monedas de América Latina, probablemente no sería suficiente para evitar por completo su depreciación en el corto plazo.
Conclusión: El impacto neto de la reapertura china debería ser positivo para América Latina
Si bien hay escépticos que creen que la reactivación china no producirá la ganancia que predicen los optimistas, en lo que va del año, la economía china se ha recuperado con más fuerza de lo esperado, en parte gracias a la implementación de efectivas políticas expansivas a nivel macro. Sin embargo, esto no niega el hecho de que el levantamiento de las medidas para combatir la pandemia haya puesto en marcha un motor económico muy poderoso con implicaciones globales. Tener a China como socio clave debería permitir que numerosos países latinoamericanos, en particular los grandes exportadores de materias primas, se beneficien de las mejores perspectivas económicas del gigante asiático. De hecho, éstas deberían ayudar a impulsar el crecimiento regional, los flujos comerciales y fuertes entradas de divisas en un momento en que el panorama mundial es cada vez más incierto. Muy buenas noticias para América Latina, que gradualmente está saliendo de las profundidades de la crisis que generó la pandemia.