Algunas parejas evitan hablar de las finanzas personales, pero conversaciones francas al respecto pueden acercarlos aún más.
Erika Shaw, asesora de gobernabilidad familia
Natalie Staples, estratega de patrimonio
Estar en una relación estable puede cambiar la forma en que se gasta, se ahorra, se invierte y se establecen prioridades. Pero la compatibilidad financiera entre dos personas, estén casadas o no, rara vez se logra sin explorar qué significa el dinero para cada uno y sin revisar periódicamente esa conversación a medida que evoluciona la vida.
Un primer paso clave es poder conversar de una manera transparente cómo experiencias pasadas pueden haber moldeado la forma de pensar y sentir sobre el dinero de cada uno. Hacer que las finanzas personales (pasadas, presentes y futuras) sean una parte constante de la vida en común puede ayudar a superar desacuerdos (que a menudo representan divisiones más profundas sobre cuestiones relacionadas con valores, respeto o identidad).
Nunca es demasiado tarde para alinear valores y decisiones financieras. Le proporcionamos algunas ideas sobre cómo iniciar la conversación a lo largo de los distintos puntos de una relación de pareja.
Antes de establecerse juntos
La unión financiera generalmente comienza con conversaciones sobre cómo se administrará el dinero en los próximos años. Puede ser útil pensar en cómo las experiencias pasadas han influenciado sus creencias y comportamiento. Por ejemplo, ¿qué aprendieron sobre gastar y ahorrar de sus padres o abuelos que influye en la forma en cómo se administran hoy? Del mismo modo, ¿cuál consideran que es un buen uso de la riqueza y qué es mejor evitar? ¿Hay ciertos comportamientos relacionados con el dinero que les generan ansiedad o, por el contrario, tranquilidad?
Innumerables decisiones de dinero esperan a cada pareja. Cuanto antes hablen sobre finanzas y expectativas financieras, mejor equipados estarán para planificar su futuro juntos. Empiecen con lo básico:
1. Tener hijos
¿Es importante para ambos tener hijos? Independientemente de lo que decidan, es probable que surjan consideraciones financieras de largo plazo y cambios en la dinámica de su relación, opciones de carrera y necesidades de estilo de vida. Es fundamental explorar juntos las esperanzas y expectativas. Del mismo modo, si uno o ambos ya tienen hijos, es primordial compartir los detalles de cualquier compromiso financiero y cómo puede cambiar con el tiempo.
2. Definir metas financieras
Ponerse de acuerdo sobre las principales metas financieras y alinear estrategias de ahorro e inversión puede hacer que su matrimonio tenga un inicio financiero sólido. ¿Cómo es su estilo de vida actual y cómo podría cambiar? ¿Quieren ahorrar para el pago inicial de una casa? ¿Hay otros gastos grandes en el horizonte, como unas vacaciones o un automóvil? Ser específico sobre el momento, costo y prioridad de sus objetivos puede ayudarlos a alinear mejor los recursos actuales y futuros.
3. Ahorrar e invertir
Una vez que sepan cómo les gustaría que sea la vida juntos, piensen cómo trabajarán en convertir sus sueños en realidad. ¿Cuánto ganan y cuánto contribuirá cada uno a los gastos? ¿Apartará cada uno una cierta parte de su salario para ahorrar o invertir? ¿Qué desembolsos cubrirán por separado y/o en conjunto? ¿Tienen préstamos estudiantiles, deudas de tarjetas de crédito u otros pasivos financieros que puedan impedir su capacidad para comprar una casa, formar una familia o tomar ciertas decisiones de carrera/vida? Consideren contar con un tercero independiente o asesor financiero que actúe como caja de resonancia en sus conversaciones.
4. Planificar los aportes familiares
¿Qué recursos (de haberlos) esperan que proporcione cada una de sus familias a lo largo de los años? ¿Se fusionarán o mantendrán separados de los activos en común?
En algunos casos, puede ser necesario un acuerdo prematrimonial para abordar los problemas financieros que surgen en las conversaciones. Por ejemplo, si:
- Uno (o su familia) tiene un patrimonio significativamente superior al otro
- Una familia es dueña de un negocio y quiere retener el control y/o evitar futuros conflictos
- Cualquiera de los dos (o ambos) tiene hijos u obligaciones financieras de relaciones anteriores
Acordar un plan financiero que sea justo para ambos reduce la probabilidad de desacuerdo en el futuro.
El primer año juntos
Una vez casados/establecidos, equilibrar las consideraciones financieras prácticas con metas a más largo plazo puede ayudarlos a vivir la vida que desean como pareja.
1. Anticipar el futuro
Piensen en cómo los cambios futuros podrían afectar su vida financiera y no financiera. ¿Volver a estudiar? ¿Cambiar de carrera? Si es así, ¿cuál sería el impacto sobre los gastos? Si consideran tener hijos, ¿cómo abordaría las decisiones educativas y de cuidado infantil? ¿Esperan algún día cuidar de sus padres ancianos? Consideren las tradiciones, valores y dinámicas en sus familias de origen. ¿Qué les gustaría emular o hacer diferente? ¿Qué harán cuando surjan desacuerdos? Establezcan reglas básicas para las conversaciones sobre dinero, que pueden incluir reuniones periódicas.
2. Crear/actualizar los planes patrimoniales
Cada uno debe tener un testamento (y posiblemente también un fideicomiso revocable) que refleje con precisión lo que desea hacer con sus bienes y los términos de cualquier acuerdo pre o post-matrimonial1. Un plan completo incluirá poderes notariales para la atención médica y decisiones de propiedad. Entre las cosas a considerar al planificar están:
- ¿Cómo se beneficiará el cónyuge/pareja sobreviviente, así como sus hijos (si los tiene) y las respectivas familias, si el otro fallece?
- ¿Quiénes serán los tutores de sus hijos si algo les sucediera a los padres?
- ¿Quién servirá como albacea/fideicomisario para cada uno?
- ¿Quién debe tomar las decisiones de atención médica de cada uno si no pueden hacerlo por sí mismos o el uno por el otro?
- ¿Cómo pagarán la atención médica si uno sufre una enfermedad grave?
Crear juntos una visión conjunta para el futuro puede brindar claridad, propósito y sensación de seguridad.
1Las disposiciones en un fideicomiso revocable pueden ser modificadas o canceladas por el originador/otorgante, quien será el que reciba los ingresos obtenidos durante su vigencia. A su muerte, la propiedad del fideicomiso se transferirá a los beneficiarios.
A medida que construyen su vida juntos
Reevaluar regularmente los hitos personales y financieros puede ayudar a aliviar el estrés y generar entusiasmo por el futuro. Incluir a los hijos en estas conversaciones, según corresponda, puede agregar una nueva perspectiva sobre dinero y mejorar la comprensión de los más jóvenes sobre los recursos y objetivos de la familia.
1. Revisar los objetivos financieros
Al menos una vez al año, revisen las metas financieras compartidas y discutan cómo pueden haber cambiado. Por ejemplo, ¿han comprado una casa y centrado su atención en ahorrar para la educación universitaria de sus hijos? ¿Hay alguna oportunidad de negocio que quisieran financiar? Tomarse el tiempo para asegurarse de que el flujo de efectivo e inversiones se alinean con sus objetivos los ayudará a anticipar cambios importantes en la vida y a prepararse para ellos.
2. Explorar estrategias de donación
A medida que crece su riqueza, muchas parejas toman la decisión de realizar donaciones. ¿Hay ciertas personas o causas que son importantes para cada uno o ambos? Si es así, implementar una estrategia formal de obsequios puede ayudarlos a ahorrar tanto en impuestos sobre la renta como sobre sucesiones. Discutan dónde se alinean sus prioridades benéficas y si cada uno desea apoyar una causa específica. Las donaciones benéficas también pueden ser una excelente manera de enseñar a sus hijos por qué apoyar ciertas causas y/o comunidades significa tanto para ustedes.
3. Revisar su plan patrimonial y acuerdos matrimoniales (de haberlos)
Revisen su plan patrimonial luego de cambios importantes para determinar si refleja o no su intención. Para muchas parejas, un momento importante es cuando los hijos/nietos nacen o se hacen adultos, uno o ambos se jubilan o se mudan. Además, pueden surgir circunstancias imprevistas que hagan que un acuerdo matrimonial se vuelva inadmisible, como el que uno de los cónyuges enferme y ya no pueda trabajar ni mantenerse. En tales casos, o si surgen dudas y preguntas, consulte con un abogado local de familia o planificación patrimonial.
4. Proteger la información importante
Guarden los documentos importantes en una ubicación física o digital segura a la que ambos puedan acceder. Estos deben incluir declaraciones recientes de impuestos sobre la renta, números de seguro social, nombres de usuario y contraseñas de cuentas en línea, información del balance personal, certificados de nacimiento y matrimonio, pasaportes y números de cuenta clave, como tarjetas de crédito y servicios de la casa.
El camino a la jubilación
Celebren lo que han logrado juntos y comiencen a planificar su próximo capítulo. Es posible que descubran que las prioridades y formas en las que quieren pasar su tiempo estén cambiando. ¿Cómo encontrarán propósito y satisfacción cuando dejen de trabajar? Si hay diferencias, trate de encontrar un término medio. Si uno se mantendrá todavía trabajando, discutan cómo manejarán horarios y ritmos de vida diferentes. Entre las muchas otras cosas a considerar están:
1. Evaluar opciones de estilo de vida
¿Dónde vivir? Si planean mantener casas en varias jurisdicciones y reclamar la residencia para efectos fiscales en un nuevo estado, asegúrense de seguir todos los protocolos legales. Además, consideren hablar con un abogado de planificación patrimonial sobre poner las propiedades que están fuera de su lugar de residencia fiscal en un fideicomiso revocable para evitar que estén sujetas a varios impuestos de sucesión.
¿Cómo pasarán el tiempo una vez que dejen de trabajar? ¿Membresías en juntas directivas? ¿Trabajo voluntario? ¿Tiempo con la familia? ¿Viajes? ¿Aficiones? ¿Aprender nuevas habilidades? Establecer metas personales/sociales puede hacer que la vida después del trabajo sea más satisfactoria. Muchas personas descubren que gastan más dinero en su primera década de jubilación porque dan más a la familia. Los gastos tienden a disminuir en los años intermedios y aumentan nuevamente en los posteriores, principalmente debido a la atención médica y donaciones benéficas.
2. Organizarse
¿Se sentirían facultados para tomar decisiones financieras críticas en caso de muerte súbita, incapacidad u otra emergencia? Si la respuesta es no, es hora de organizarse, especialmente si solo uno de los dos maneja las finanzas del día a día. Asegúrense de que ambos sepan dónde se guardan los registros importantes, desde qué cuentas se pagan las facturas y a qué asesores de confianza llamar para que lo ayuden.
3. Considerar su legado
¿Como quieren ser recordados? ¿Quieren contribuir al bienestar de las generaciones futuras de su familia? ¿Desean apoyar a su comunidad o congregación religiosa o a una institución benéfica o educativa? Asegúrense de que sus planes patrimoniales reflejen con precisión sus deseos para la disposición de sus bienes después de que ambos se hayan ido.
Podemos ayudarlos
Ya sea que su relación sea nueva o establecida, su equipo de J.P. Morgan está aquí para apoyar su vida financiera y brindarles información adicional sobre los temas tratados en este artículo.