La Reserva Federal. Nerviosismo en medio del repunte. Elecciones. Es posible que los mercados ya hayan visto esta película antes.
Esta ha sido una semana dinámica: los inversionistas han concedido demasiada importancia a las pistas sobre recortes de tasas por parte de Jerome Powell y la Reserva Federal después de su reunión del miércoles, se han reavivado las preocupaciones sobre los bancos regionales ante el impactante reporte de ganancias de uno de ellos y los 49ers y los Chiefs jugarán el Super Bowl. Todo esto sin mencionar que la tecnología continúa en ascenso y el potencial enfrentamiento electoral entre el expresidente Donald Trump y el actual presidente Joe Biden.
En lugar de continuar con los mismos debates, hemos preferido enfocarnos en el déjà vu que estamos viendo, para ver si podíamos aprender algo del pasado. A continuación, lo que hemos encontrado.
1. Inicios de año buenos tienden a indicar fortaleza en el futuro
Las acciones estadounidenses cerraron enero con un retorno de casi 2%. Si bien un mes no define un año, la historia indica que comenzar con fuerza es mucho mejor que no hacerlo. Si nos remontamos a 1950, los años con un enero positivo suelen registrar repuntes de casi 17% y terminan con ganancias en casi el 90% de las veces. Sin embargo, cuando es negativo, los resultados son mucho peores: el S&P 500 experimenta una caída promedio anual de alrededor 2% y es positivo sólo 50% del tiempo.
Un enero fuerte tiende a indicar un año sólido
Retorno promedio del S&P 500 de enero y de todo el año desde 1950, %
Igual es importante señalar que enero continuó con la fuerte racha que se traía desde noviembre y diciembre. De hecho, en estos tres meses, el S&P 500 ganó más de 15%. Además, desde 1950, el retorno promedio 12 meses después de un repunte como este también es de 17%, mucho más alto que el del resto de los períodos, que se ubica en 9%. Ninguna analogía es perfecta y los promedios no dictan lo que hacen los mercados, pero estas observaciones sugieren que los inversionistas no se han perdido el repunte.
Si a esto se une nuestra visión para este año, podemos decir que esperamos más beneficios. La desinflación tiene más margen de maniobra, el crecimiento de las ganancias recién empieza (tanto de las grandes tecnológicas como de otros sectores, y esta semana fue un buen ejemplo) y los aterrizajes suaves tienden a ser un buen momento para invertir.
2. Cuando la Reserva Federal hace recortes, los activos tienden a superar al efectivo
De hecho, la razón clave de nuestro optimismo este año es no tener en cuenta estadísticas como las anteriores. Así podemos entender lo que probablemente sucederá cuando los bancos centrales reduzcan las tasas de interés en medio de un contexto económico resiliente. Después de la reunión de la Reserva Federal de esta semana, el presidente Powell reconoció que es muy probable que suceda en mayo.
Para tener una idea de lo que deberíamos esperar durante un ciclo de recortes de tasas, los hemos analizado todos desde la década de 1970. El primer patrón que queda claro es que la renta fija superó al efectivo en casi todos los casos. Esto tiene sentido, porque los bonos básicos ofrecen a los inversionistas la oportunidad de fijar los rendimientos, en vez de estar a merced de los que ofrece el efectivo (a medida que la Reserva Federal reduce las tasas). Con la renta variable es necesario ir un poco más allá. Cuando el banco central ha bajado las tasas para apoyar a la economía, las acciones no han ido muy bien. Pero, si el recorte ha ocurrido fuera de una recesión, los retornos han sido excepcionales: poco más de 30% en promedio en los casos que identificamos.
Precedente histórico: efectivo rinde menos cuando bajan las tasas
Mercado pasa de la subida final de la Reserva Federal al último recorte
3. El estrés bancario regional es un riesgo, pero probablemente no para la economía en general
La preocupación esta semana han sido los bancos regionales. El prestamista que compró Signature Bank durante la crisis de la primavera pasada sorprendió a los inversionistas al aumentar su provisión para pérdidas crediticias y recortar dividendos. Esto ocasionó una venta masiva de alrededor de 9% de las acciones de las instituciones financieras regionales, las cuales finalmente comenzaban a sentirse más cómodas gracias a la reducción de tasas de la Reserva Federal.
Como señalamos el año pasado, las instituciones financieras pequeñas están mucho más expuestas a los préstamos inmobiliarios comerciales suscritos durante un entorno de tasas bajas. En nuestras perspectivas indicamos cómo la tensión en los bancos regionales y sector inmobiliario comercial probablemente terminaría filtrándose a lo largo del año (a pesar del giro de la Reserva Federal hacia la flexibilización). Creemos que tal estrés plantea un riesgo, pero nuestra experiencia del año pasado sugiere que este ciclo económico no es muy sensible a los préstamos bancarios regionales y la Reserva Federal ha sentado el precedente de que hará lo necesario para evitar el peor de los escenarios.
Por ahora, creemos que ciertos inversionistas pueden obtener una prima por proporcionar capital a áreas en las que todavía es escaso.
4. Los mercados tienden a preocuparse más por los fundamentos que por las elecciones
Si termina produciéndose una contienda electoral entre Biden y Trump, será la primera vez desde 1892 en que los candidatos de los dos principales partidos ya han ocupado el cargo de Presidente de Estados Unidos (en aquel entonces, fueron el demócrata Grover Cleveland contra el republicano Benjamín Harrison). Para los mercados, esto significa que ya se tiene una idea de las posibles propuestas de políticas.
A partir de sus campañas anteriores y tiempo en el cargo, el expresidente Trump podría buscar extender los recortes de impuestos que expirarán el próximo año, explorar una mayor desregulación, presionar a los socios comerciales en sus propios términos (ya sea China, México, Canadá, aliados europeos o Irán), cuestionar algunos de los principios de la Ley de Reducción de la Inflación (especialmente en torno a la energía verde) y aumentar el gasto en defensa (probablemente con menos ayuda a Ucrania). Otro mandato del presidente Biden podría significar un aumento del gasto público (más aún en torno a la transición energética) y mantenerse firme con China. También es probable que sea más duro con los impuestos y más flexible con la política de inmigración y partidario de la ayuda a Ucrania.
Dicho esto, todavía faltan nueve meses, tiempo suficiente como para evolucionar, y la aprobación de las propuestas políticas también depende de lo que suceda en el Congreso. Por si sirve de algo, las acciones registraron rachas sólidas y superiores a la media tanto en el año en que fue elegido Biden como Trump, un guiño a nuestra opinión de que el contexto económico tiende a importar más.
Mercados se recuperan luego de elecciones, cuando dudas desaparecen
Desempeño de S&P en elecciones de EE.UU. desde 1984, indexado a día de elecciones
5. A los mercados les gustan tanto los 49ers como los Chiefs
El Super Bowl LXVIII ya casi está aquí (se juega el domingo 11 de febrero) y será otra revancha entre los 49ers de San Francisco y los Chiefs de Kansas City. No vamos a decir cuál creemos que ganará, pero las acciones parecieran favorecer ligeramente a los 49ers. Si analizamos en retrospectiva los 22 Super Bowl, el S&P 500 subió casi 20% en promedio en los años en que los que estos vencieron (el tercer mejor resultado, después de los Buccaneers y Steelers). Dicho esto, a los mercados también parecen gustarles los Chiefs, ya que en los años en que se han hecho con título, el promedio de las ganancias ha sido de 13,5%. ¡Mucha suerte a ambos equipos el próximo fin de semana!
El S&P 500® es considerado ampliamente como el mejor indicador de acciones estadounidenses de gran capitalización y sirve como base para una muchos tipos de productos de inversión. El índice incluye 500 empresas líderes y capta aproximadamente 80% de la cobertura de la capitalización de mercado disponible.
CONSIDERACIONES DE RIESGO
- El desempeño pasado no es indicativo de resultados futuros. No puede invertir directamente en un índice.
- Los precios y las tasas de retorno son indicativos, ya que pueden variar con el tiempo según las condiciones del mercado.
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