En nuestra opinión, los mercados actuales pueden ofrecer un punto de entrada atractivo para estas 5 estrategias de renta fija. ¿Cuál de estas opciones le conviene más?
Cuando los datos de inflación estadounidenses resultaron ser mejor de lo esperado a principios de julio, puede que indicaran que el ciclo más rápido de subida de los tipos de interés de los últimos 40 años se acercaba a su fin. Sin embargo, tal y como anticiparon los mercados, a finales de julio la Reserva Federal subió los tipos de interés un cuarto de punto; creemos que a partir de ahora se mantendrán estables. Otros bancos centrales de mercados desarrollados van detrás: El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra, que también han subido los tipos en las últimas semanas, podrían llevar a cabo dos subidas más este ciclo. En 2024, es probable que los tipos de interés bajen en todo el mundo.
Si mantiene un excedente de liquidez, las implicaciones son claras; puede que las atractivas rentabilidades actuales de la liquidez no duren mucho más. Es decir, cuándo reinvierta, creemos que será a tipos más bajos.
Por ello, la actual coyuntura del mercado puede ser un buen punto de entrada para invertir su excedente de liquidez (en depósitos bancarios o en letras del Tesoro a corto plazo, por ejemplo) en una serie de estrategias de inversión, entre las que figuran las siguientes:
- Fondos monetarios—para lograr un posible aumento de la rentabilidad, con liquidez diaria.
- Bonos gubernamentales—mayor rentabilidad potencial y riesgo de crédito limitado.
- Bonos corporativos de corta duración—para lograr un aumento potencialmente significativo de la rentabilidad, con bajo riesgo de crédito y de duración.
- Bonos corporativos de larga duración—potencial de rendimiento, ganancias de capital y diversificación de la cartera.
- Crédito privado—para obtener una rentabilidad potencialmente muy atractiva (con inversiones concretas en caso de liquidez oportunista).
Dentro de esta gama de estrategias, creemos que los inversores podrán encontrar el enfoque adecuado para cubrir sus necesidades de liquidez, sus objetivos de rentabilidad y su tolerancia al riesgo.
La lección de los ciclos de subidas de tipos anteriores
Nadie sabe exactamente cuándo la Reserva Federal y los demás bancos centrales terminarán sus ciclos de subidas, y cuál será el tipo de interés terminal (el tipo vigente al finalizar el ciclo). Aun así, desde ese momento, la liquidez obtendrá resultados inferiores a las demás inversiones.
Consideren lo siguiente: En los últimos siete ciclos de subidas de tipos de la Reserva Federal, en los dos años siguientes a la última subida de los tipos de interés, la renta fija ha obtenido resultados superiores a los de la liquidez en una media acumulada del 14%. Durante este periodo, la renta fija nunca ha obtenido resultados inferiores a los de la liquidez.
La historia sugiere que las duraciones más largas suelen obtener resultados superiores tras finalizar los ciclos de subida de la Reserva Federal
En vista de la posibilidad de que la historia se repita, ¿qué alternativa a la liquidez podría ser más adecuada para usted ahora?
1. Fondos monetarios
Los fondos monetarios son carteras altamente reguladas de instrumentos del mercado monetario, que incluyen papel comercial y certificados de depósito bancarios.
Los fondos monetarios asumen un riesgo bajo y muy diversificado de tipo de interés y de crédito, y ofrecen rentabilidades más altas que las del efectivo y liquidez diaria. Por ejemplo, a finales de junio, los fondos de liquidez JPMorgan Liquidity ofrecían una rentabilidad del 5,26% en dólares estadounidenses, del 3,27% en euros y del 4,71% en libras esterlinas.
2. Bonos gubernamentales
Los precios actuales del mercado de bonos nos indican que los inversores esperan que el tipo de referencia estadounidense toque techo cerca del 5,5%, que el tipo de depósitos del BCE llegué a un máximo del 3,7% y que el tipo bancario británico alcance un máximo del 6,0% a finales de 2023.
Esta expectativa, que compartimos, refleja el hecho de que la inflación se está enfriando, lo que ha permitido a los bancos centrales evitar subidas de tipos más significativas en su esfuerzo por controlar los precios. En los últimos 18 meses, las subidas de los tipos de interés han tenido el efecto deseado, dificultando la obtención de crédito. En la actualidad, las rentabilidades reales (después de inflación) son positivas por primera vez en muchos años.
Los rendimientos globales parecen más atractivos que en los últimos 15 años
En vista de los precios actuales del mercado —con rentabilidades de los Gilts británicos a 2 años que se sitúan casi en el 5%, o rentabilidades de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años protegidos frente a la inflación por encima del 1,5%— creemos que los bonos gubernamentales podrían ser una alternativa a la liquidez especialmente atractiva. Además, en algunas jurisdicciones, la inversión en bonos gubernamentales podría proporcionar ciertas ventajas fiscales, si el cupón, el rendimiento o la ganancia o pérdida de capital se gravan a tipos diferentes.
3. Bonos corporativos de corta duración
Los bonos investment grade de corta duración, con vencimientos entre 1 y 3 años, ofrecen tanto ingresos como rentabilidad total (ingresos más una posible ganancia de capital). De hecho, creemos que los bonos investment grade de corta duración podrían ofrecer algunas de las rentabilidades ajustadas a riesgo más fiables de los mercados financieros en los próximos 12 a 24 meses. Probablemente superen significativamente las rentabilidades de la liquidez.
Generalmente, los bonos corporativos investment grade (IG) con vencimientos a 3 años suelen pagar unos 100 puntos básicos (un punto porcentual) más que las rentabilidades equivalentes de la liquidez y —lo que resulta fundamental— tienen un riesgo de crédito bajo. Entre 1920 y 2020, la tasa media de impago de los bonos IG sólo ha sido del 0,14%, según Moody’s Investor Services.
Prevemos que las tasas de impago seguirán siendo bastante manejables en la próxima recesión, en parte porque los balances empresariales están en mejor situación que en ciclos pasados.
En ocasiones, los precios de mercado subestiman la solidez de los balances. En la actualidad, los diferenciales del crédito IG (su exceso de rentabilidad sobre los bonos gubernamentales con vencimientos comparables) se sitúan en sus medias a largo plazo, o por encima de ellas, especialmente en Europa. En otras palabras, los inversores exigen una rentabilidad adicional por encima de la del bono gubernamental “sin riesgo”.
Es importante señalar que nuestra preferencia por los bonos IG no se extiende al crédito high yield. A medida que el crecimiento económico se frene y la economía se acerque a una recesión, esperamos un aumento de las tensiones y tasas de impago más altas en el crédito high yield.
4. Bonos corporativos de larga duración
Además de un plus de rentabilidad frente a la liquidez, los bonos investment grade pueden ofrecer ganancias de capital (y una rentabilidad total más alta) en caso de una caída de los tipos ante el frenazo de la economía. Cuando los tipos de interés caen, los precios de los bonos suben—y los bonos con vencimientos más largos suben proporcionalmente más.
Dado que la Reserva Federal es el banco central que más cerca está del final de su ciclo de subida de los tipos, observamos el mayor potencial de bajadas de los tipos de interés —y, por consiguiente, de subidas de los precios de los bonos de larga duración— en los mercados estadounidenses. En vista de las presiones inflacionistas que persisten en la economía de la Eurozona, esperamos que el BCE baje los tipos entre 3 y 6 meses más tarde que la Reserva Federal. Por ello, esperamos rentabilidades menos atractivas para los bonos de larga duración europeos frente a los estadounidenses en el próximo año, aunque seguimos creyendo que los bonos europeos de larga duración obtendrán mejores resultados que la liquidez.
Por último, en los mercados globales, los bonos de larga duración ofrecen la posibilidad de diversificar la cartera. Si, como suele ocurrir, un crecimiento más débil (o negativo) tensiona los beneficios empresariales, impulsando a la baja los precios de las acciones, los bonos probablemente subirán, mitigando los efectos negativos de la caída de los valores de la renta variable. Una inflación más alta de lo esperado podría erosionar la ventaja de los bonos, pero creemos que en este ciclo la inflación ya ha tocado techo.
5: Crédito privado
Al contrario que otras estrategias de renta fija, el crédito privado puede proporcionar un vehículo adecuado para la liquidez oportunista (distinta del excedente de liquidez).
Gran parte del sector de crédito privado implica la concesión directa de préstamos a empresas. A medida que la regulación y otros factores han ido dificultando la concesión de préstamos a pymes por parte de los bancos tradicionales, los fondos de crédito privado han entrado en escena como “prestamistas de oportunidades”, como se les conoce en el sector. Otros fondos de crédito privado están orientados a situaciones especiales y a oportunidades de inversión en activos en dificultades.
Para las empresas prestatarias, los prestamistas de crédito privado pueden ofrecer rapidez, flexibilidad y la certeza de obtener el capital (por ejemplo, para poder pagar las nóminas). Los prestamistas de crédito privado pueden cobrar tipos relativamente altos por sus préstamos, lo que a su vez proporciona rentabilidades altas a los inversores de los fondos de crédito privado. Los rendimientos de los préstamos de nueva concesión pueden situarse en torno al 10%, un nivel muy atractivo que ofrece una prima sobre los rendimientos de la renta fija de mercados cotizados.
Sin embargo, aunque los altos rendimientos que se ofrecen actualmente resultan atractivos, el aumento de los costes de servicio de la deuda podría incrementar el riesgo de impago de los préstamos y afectar negativamente a las rentabilidades del crédito privado. Esperamos una subida de las tasas de impago en la próxima recesión. Por este motivo, es recomendable asociarse con un gestor de crédito privado que pueda encontrar, evaluar y asegurar los préstamos de forma efectiva.
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Ahora que parece que el rendimiento de la liquidez está a punto de caer, puede que desee invertir sus posiciones en efectivo en una o más estrategias. Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a elaborar el enfoque que mejor se adapte a los objetivos a largo plazo de su familia.