Artículos imprescindibles en nuestro día a día como los teléfonos e innovaciones futuristas como la inteligencia artificial no pueden funcionar sin infraestructuras físicas. Nuestra opinión de estos activos es positiva.
Tiffany J. Lewis, Head of Infrastructure Investments and Diverse Manager Strategies
Mark O'Connor, Alternative Investment Specialist
Nikhil Dawda, Alternative Investment Specialist
La expresión “infraestructuras digitales” puede parecer contradictoria. Lo digital nos trae a la mente las redes, la inteligencia artificial y lo intangible, mientras que cuando pensamos en infraestructuras nos imaginamos enormes puentes, carreteras y centrales eléctricas. Sin embargo, la revolución de la inteligencia artificial y el mundo de los datos y del comercio electrónico no son posibles sin infraestructuras físicas como torres de telefonía o centros de datos.
Creemos que estamos en el inicio de un boom de la construcción de estos activos.
La demanda de transmisión y almacenamiento de datos está creciendo con fuerza. Se proyecta que el tráfico global de datos va a crecer un 25% anual hasta el final de la década, llegando a más del triple de sus niveles de 2023.
Tráfico global de datos por región
Las infraestructuras digitales actualmente existentes no pueden dar soporte a este crecimiento de la demanda.
Las principales compañías tecnológicas del mundo y los gobiernos son conscientes de ello, y están realizando enormes inversiones para ampliar estas infraestructuras. Sin ellas, las economías de todo el mundo no podrán alcanzar su potencial, y los avances que se están gestando en sanidad, inteligencia artificial y ocio no podrán hacer realidad sus promesas. Ni siquiera los llamados Siete Magníficos1 podrán cumplir sus planes sin infraestructuras digitales adecuadas. La necesidad de ampliar y mejorar estas infraestructuras es imperiosa.
En nuestra opinión, un enfoque prudente sería invertir en línea con las prioridades de los gobiernos de todo el mundo en el campo de las infraestructuras digitales. En Estados Unidos, como parte de la Ley de inversión en infraestructuras y empleo de 2021, el gobierno federal está invirtiendo 65.000 millones de dólares en ampliar el acceso a la banda ancha. En la Unión Europea, los distintos países están trabajando para que todos los hogares tengan banda ancha gigabit y todas las zonas pobladas tengan redes 5G antes de 2030.
Como pasa con el agua o la electricidad, la demanda de datos es constante. Su uso se mantiene incluso en épocas de frenazo económico o recesión. Aunque toda inversión implica un riesgo, creemos que esta demanda constante ofrece seguridad sobre las rentabilidades de inversión. Un enfoque atractivo, en nuestra opinión, es la inversión directa en infraestructuras digitales, bien construyéndolas desde cero o mejorando las opciones existentes. Una vez construidos estos activos pueden firmarse contratos a largo plazo con gobiernos y/o grandes compañías, que los utilizarán durante años.
Existen cuatro clases principales de infraestructuras digitales que cumplen nuestros criterios.
Creemos que puede ser beneficioso considerar la inversión en infraestructuras digitales en mercados privados. Dichos mercados pueden ofrecer a los inversores la oportunidad de obtener flujos de efectivo sólidos y estables, más los beneficios potenciales de protección frente a la inflación y diversificación, por su correlación aparentemente baja con los mercados cotizados. También puede dar la oportunidad de protegerse frente a la inflación y de diversificar gracias a su menor correlación con los mercados cotizados.
Cuatro clases de infraestructuras digitales tienen estas características:
Cables de fibra óptica
- Los cables de fibra óptica sirven de enlace en toda clase de transmisiones de datos, dando servicio a torres de telefonía, centros de datos y usuarios finales, ya sean personas físicas o empresas.
- Las conexiones a Internet de alta velocidad abren el acceso a una amplia variedad de servicios telemáticos, como citas sanitarias, solicitudes de empleo y entrevistas.
- La demanda global de ancho de banda está creciendo de forma exponencial, lo que significa que resulta fundamental desplegar más fibra óptica.
- Existe una escasez importante: en la actualidad, casi el 60% de la población estadounidense no tiene acceso a fibra óptica.
Centros de datos
- Los centros de datos son almacenes para la computación y el tratamiento de grandes cantidades de datos, y para guardar estos datos y albergar equipos de redes.
- Los centros de datos resultan esenciales para compañías con planes de desarrollo en el campo de la inteligencia artificial, ya que necesitan acceso a estos datos y a su análisis para hacer funcionar las herramientas de inteligencia artificial.
- Comparado con otras clases de infraestructuras digitales, históricamente los centros de datos han ofrecido rentabilidades altas sobre el capital invertido y una baja rotación de clientes.
Torres de telefonía
- Una torre de telefonía es una estructura elevada que contiene transmisores y receptores. A medida que crece el ancho de banda de Internet a nivel global, se necesitan más torres y antenas más pequeñas para crear redes funcionales.
- En los últimos 20 años, el mercado estadounidense de torres de telefonía se ha consolidado, limitando el número de competidores y manteniendo valoraciones atractivas.
- Los mercados internacionales se encuentran en distintas fases del mismo ciclo de consolidación y muchas redes de mercados emergentes están cambiando de tecnología, lo que requiere una inversión significativa.
- Aunque las rentabilidades pasadas no constituyen ninguna garantía de resultados futuros, históricamente las torres de telefonía han ofrecido flujos de efectivo estables y recurrentes, con altas barreras de entrada debido a la enorme cantidad de capital necesaria al inicio.
Comunicaciones inalámbricas
- Radiofrecuencias invisibles hacen posible toda la tecnología inalámbrica, incluyendo los teléfonos móviles, el wifi, los dispositivos Bluetooth, la navegación aérea y las aplicaciones de satélites.
- Estas frecuencias se denominan conjuntamente el “espectro”.
- Sigue aumentando la demanda de activos de espectro de alta calidad, como licencias y paquetes de frecuencias, debido a la proliferación de dispositivos conectados y la mayor velocidad de las redes.
Qué pueden hacer las infraestructuras por los inversores
El argumento a favor de invertir en infraestructuras digitales es similar al argumento a favor de las infraestructuras físicas. Creemos que son activos fundamentales para la vida moderna, que ofrecen la oportunidad de obtener flujos de efectivo significativos y estables a largo plazo.
En un momento en el que la inflación es una de las principales consideraciones de muchos inversores, creemos que invertir en infraestructuras digitales puede ser una manera efectiva de proteger las rentabilidades y cubrirse frente a ella. Los precios que los centros de datos y las torres de telefonía cobran a sus clientes (principalmente compañías tecnológicas y de comunicaciones y gobiernos) se ajustan para tener en cuenta la inflación. Esto significa que un aumento de la inflación no reduciría las rentabilidades.
Por último, creemos que los activos privados de infraestructuras digitales son una oportunidad de diversificar una cartera. Es posible invertir en infraestructuras digitales a través de compañías cotizadas, pero creemos que las compañías del mercado privado podrían ser menos susceptibles a las correcciones en entornos de caída general de los mercados bursátiles. Esto significa que podrían ofrecer rentabilidades no correlacionadas con la bolsa o con otras clases de activos, lo que daría estabilidad adicional a las carteras.
Podemos ayudar
¿Podrían las infraestructuras digitales ser adecuadas para lograr sus objetivos financieros? Su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a analizarlo.
1Alphabet, Amazon, Apple, Meta Platforms, Microsoft, Nvidia, y Tesla. A veces se trata a estas acciones como grupo, debido a su tamaño, posición de liderazgo en sus respectivos mercados e interés sostenido de los inversores.