En 2023, podemos encontrar rentabilidades más altas y una mayor protección frente a una recesión o la caída de la renta variable en una variedad de estrategias de renta fija.
En 2022, los mercados de renta fija castigaron a las carteras de inversión. El índice Barclays Global Aggregate Bond Index obtuvo una rentabilidad del -17,7%, la peor desde 1980. A medida que los bancos centrales globales iban abandonando sus políticas monetarias expansivas sin precedentes, prácticamente no quedaba ningún lugar donde esconderse.
Sin embargo, el panorama actual es bien distinto. Tras el ciclo de subida de los tipos de interés más rápido de la historia por parte de la Reserva Federal, los mercados de renta fija ofrecen actualmente unas expectativas de rentabilidad muy atractivas. Los rendimientos más altos (por ejemplo, el bono del tesoro estadounidense a 10 años ha obtenido un 3,6% hasta la fecha1, frente a un 1,6% a principios de 2022) significa que los inversores pueden ahora encontrar niveles de ingresos más altos. Al mismo tiempo, la renta fija puede ofrecer una protección valiosa —frente a los efectos de una recesión y frente a las caídas de la renta variable y otros activos de riesgo.
A medida que el crecimiento global se frena y se enfría la inflación, observamos un entorno muy favorable para una amplia variedad de inversiones en renta fija.
En este artículo subrayamos 5 de nuestras estrategias de alta convicción: bonos corporativos de corta duración; renta fija tradicional de más larga duración; Estados Unidos sobre Europa; investment grade sobre high yield; y crédito privado. Esperamos que la gestión activa vuelva a ser capaz de lograr alpha (exceso de rentabilidad por encima del índice de referencia) en todos los sectores y estilos de inversión.
Considere las siguientes estrategias de renta fija a la hora de revisar su cartera de inversión y de evaluar si sigue en el buen camino para alcanzar los objetivos financieros de su familia.
Bonos corporativos de corta duración: Rendimientos muy por encima de la liquidez
Para inversores que buscan obtener ingresos y cumplir sus objetivos de rentabilidad total, creemos que los bonos investment grade de corta duración2, con vencimientos entre 1 y 3 años, podrían ofrecer las rentabilidades ajustadas al riesgo más fiables de todos los mercados financieros en los próximos 12-14 meses.
Significativa recuperación de los bonos de corta duración
La fuerte corrección del mercado en 2022 significa que el nivel de rentabilidad disponible en la renta fija de corta duración supera cómodamente el rendimiento disponible en los mercados de efectivo o de liquidez. Por ejemplo, un bono corporativo estadounidense investment grade a 3 años ofrece un 5%, frente al 4,4% que ofrece un fondo premium del mercado monetario en dólares estadounidenses. En la Zona Euro, el bono corporativo investment grade a 1–3 años ofrece un rendimiento del 3,7%, y un fondo monetario premium ofrece cerca de un 1,8%.
Es más, lo hace con un riesgo relativamente bajo. Entre 1920 y 2020, la tasa media de impago de los bonos investment grade tan solo ascendió al 0,14%, según Moody’s Investor Services.
Duración más larga: Rendimiento, revalorización del capital, diversificación de la cartera
Otra de nuestras estrategias de alta convicción es añadir posiciones en renta fija tradicional de larga duración. Creemos que, en la actualidad, este enfoque ofrece diversificación a las carteras, un rendimiento atractivo y la posibilidad de revalorización del capital.
Esta opinión refleja nuestras perspectivas para la economía y la política monetaria. Observamos un creciente riesgo de que, en la medida en que la Reserva Federal se centre en la lucha contra la inflación, ésta mantenga los tipos de intervención demasiado altos durante demasiado tiempo, cuando la economía estadounidense entre en recesión en la segunda mitad de este año. En el cuarto trimestre, esperamos que la Reserva Federal recorte los tipos 25 puntos básicos.
Creemos que, durante la recesión, la Reserva Federal volverá a bajar los tipos, que acabarán situándose en el tipo de intervención neutro a largo plazo, en torno al 2,5%. Cuando caen los tipos, sube el precio de los bonos —y sube proporcionalmente más en los bonos con duraciones más largas que comprenden el sector de la renta fija tradicional. En vista de la cotización actual de los tipos de interés a largo plazo en Estados Unidos (en torno al 3,7%), observamos una oportunidad para que la renta fija tradicional genere ganancias de capital si se cumple nuestra previsión y la Reserva Federal baja los tipos.
La historia es distinta en Europa. Sigue existiendo presión inflacionista sobre la economía de la Eurozona, por lo que no esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos antes de 2024. Por ello, no esperamos unas rentabilidades tan notables para el índice European Aggregate frente a su equivalente estadounidense.
Por último, ante la creciente evidencia de una caída constante de la inflación, creemos que la renta variable y la renta fija volverán a su correlación negativa tradicional este año, moviéndose en direcciones opuestas. De este modo, la renta fija tradicional podría ofrecer protección frente a las caídas de los precios de la renta variable que suelen acompañar a las primeras fases de una recesión.
Investment grade sobre high yield: Mejor calidad, mejores precios
Los bonos high yield nos resultan bastante caros, mientras que los precios de la renta fija investment grade parecen atractivos. Los diferenciales del high yield (su exceso sobre la deuda gubernamental), están muy por debajo de su media a largo plazo. Creemos que esto se debe en parte a que el rendimiento adicional que ofrecen los bonos high yield no refleja adecuadamente el riesgo de incremento de los impagos de estos bonos en una recesión.
Al mismo tiempo, los diferenciales de los bonos investment grade se negocian en o cerca de sus medias a largo plazo, especialmente en Europa. Aunque los rendimientos adicionales que ofrecen los bonos corporativos investment grade están a niveles medios, los rendimientos absolutos (impulsados principalmente por el nivel de los tipos de interés gubernamentales) están a máximos de la última década.
High yield: Diferenciales más bajos que las medias a largo plazo
Investment grade: Diferenciales ligeramente más atractivos
Las métricas relativas al riesgo de crédito resultan también mucho más favorables en el espacio investment grade. Muchas compañías lograron cerrar financiación barata a largo plazo y actualmente están utilizando los elevados niveles de inflación para apuntalar sus márgenes de beneficio, qué siguen siendo robustos. Los balances de los bancos (el sector financiero representa cerca de la mitad de toda la deuda investment grade) siguen siendo sólidos.
Para los inversores que buscan un menor riesgo de impago y un mayor recorrido alcista, creemos que el perfil riesgo-beneficio que ofrece el crédito investment grade lo hace más atractivo que el high yield, especialmente si las rentabilidades empezaran a caer en la segunda mitad de 2023.
Estados Unidos sobre Europa: Mejores perspectivas de inflación
Tanto en los mercados de bonos investment grade como en los de bonos high yield preferimos el crédito estadounidense sobre el europeo. Aunque los diferenciales de los bonos europeos son más altos que los de sus equivalentes estadounidenses, tienen un riesgo mayor. Nuestra preferencia por el crédito estadounidense refleja las distintas perspectivas económicas de Estados Unidos y Europa, especialmente en lo que se refiere a la inflación.
La crisis energética que siguió a la invasión rusa de Ucrania golpeó especialmente a Europa, por su mucha mayor dependencia de la energía rusa. La inflación de la Eurozona subió rápidamente, frenándose bruscamente el crecimiento. La inflación en Europa es un fenómeno relacionado fundamentalmente con la oferta de energía, mientras que en Estados Unidos está impulsada más bien por la demanda. Por ello, es probable que las subidas de los tipos del BCE sean menos eficaces a la hora de frenar la inflación que las subidas de tipos de la Reserva Federal, dirigidas contra incrementos de los precios impulsados por la demanda.
Los tipos de interés más bajos en Europa sugieren que los bonos investment grade europeos probablemente generarán rentabilidades más bajas que los estadounidenses. Pasa lo mismo en el universo high yield. Aunque los emisores de bonos high yield europeos suelen ser de mejor calidad que sus equivalentes estadounidenses (con una menor tasa de impago proyectada), los tipos más bajos de la Zona Euro podrían acabar conduciendo a rentabilidades más bajas.
Crédito privado
Más allá de los mercados cotizados de renta fija, el crédito privado también sigue resultando atractivo. No obstante, resulta más importante que nunca elegir bien dónde y con quién invertir.
Los bancos y los proveedores de financiación tradicionales han centrado su atención en los préstamos de mayor tamaño del mercado. Esto deja a los prestamistas alternativos, incluyendo los fondos de crédito privado, como principal fuente de financiación para pequeñas y medianas empresas. Esta demanda crea un entorno atractivo para los fondos de crédito privado.
No obstante, a medida que el aumento de la volatilidad y las subidas de los tipos de interés (entre otros factores) vayan afectando al mercado, es probable que aumenten las tasas de impago. Por ello resulta esencial que los inversores se centren en gestores con experiencia con gran capacidad de asegurar debidamente el riesgo e identificar préstamos de calidad.
A medida que los factores de mercado citados anteriormente incrementen el riesgo de impago de los préstamos de menor calidad, creemos que surgirán oportunidades también en este segmento. En estos casos de dislocación en los mercados, los gestores especializados en situaciones especiales y gestores de fondos de activos con problemas de valoración pueden encontrar valor, especialmente cuando el mercado no está descontando adecuadamente el riesgo.
Tanto en préstamos directos como en préstamos distressed, la amplitud del mercado de crédito actual presenta muchos posibles enfoques para la inversión.
Conclusión
Ahora que parece que la economía global se dirige a una recesión a lo largo del presente ejercicio, consideramos que los mercados de renta fija presentan oportunidades muy atractivas para muchas carteras de inversión. Con la ayuda del potencial que ofrecen los gestores activos para obtener un exceso de rentabilidad, creemos que el crédito de corta duración, los bonos tradicionales con duración más larga, Estados Unidos (frente a Europa), la renta fija investment grade (frente a los bonos high yield) y el crédito privado presentan oportunidades prometedoras que deben ser consideradas en un momento de incertidumbre económica.
Podemos ayudar
Su equipo de J.P. Morgan está a su disposición para ayudarle a poner en práctica estrategias de renta fija en el contexto de su plan financiero.
1A 9 de febrero de 2023.
2La duración mide la sensibilidad de un valor a un movimiento de los tipos de interés.