Estrategia de inversión
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Desmontando mitos sobre los derivados: ¿Son adecuados para su cartera?
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Con la caída de la inflación y el continuo crecimiento de la economía, el mercado está siendo más resistente de lo que esperaban la mayoría de las previsiones. No obstante, la situación sigue siendo complicada. El gasto de los consumidores está siendo menor, la inflación sigue por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal y los riesgos geopolíticos van en aumento.
Esperamos que este año los márgenes de beneficio empresariales sigan respaldando las valoraciones de la renta variable. Sin embargo, la diversificación sigue siendo una estrategia prudente. Ahora es el momento de considerar la posibilidad de proteger su cartera frente a posibles pérdidas a futuro o de tomar posiciones tácticas a corto plazo en clases de activos concretas a medida que surjan oportunidades.
Estos objetivos podrían lograrse con ciertas herramientas financieras. Por ejemplo, utilizando productos estructurados o estrategias de inversión preconfiguradas que integran derivados, puede mejorar la diversificación de su cartera, impulsar el potencial de rentabilidad ajustado a riesgo de su inversión y crear estrategias para protegerse de una caída excesiva del mercado en el futuro.
Actualmente, algunos productos estructurados tienen los precios más atractivos de los últimos años. ¿Por qué? Porque la persistencia de tipos de interés altos ha mejorado significativamente el precio de estos productos, convirtiéndolos en una opción interesante —y oportuna— para muchos inversores.
Si desea seguir cumpliendo sus objetivos de inversión, conviene analizar cómo estos instrumentos podrían ayudarle a mejorar su cartera. A continuación, presentamos una serie de estrategias que merece la pena considerar en este momento.
En el mercado actual, con valoraciones de la renta variable y tipos de interés altos, las obligaciones estructuradas nos resultan atractivas. Estos productos financieros combinan elementos de los valores tradicionales —como las acciones y los instrumentos de renta fija— con los derivados, para apoyar objetivos de inversión específicos. Generalmente suelen vincularse a una variedad de activos subyacentes, como acciones, bonos, materias primas o divisas. Algunas obligaciones estructuradas pueden personalizarse para reducir el impacto de una caída del mercado en la cartera, permitiendo seguir beneficiándose de las potenciales ganancias.
Estas estrategias pueden resultar especialmente útiles a la hora de evitar las trampas psicológicas más comunes que ha identificado la ciencia del comportamiento conocida como behavioral finance, como tardar demasiado en salir de la liquidez tras una caída del mercado. Sin embargo, al tratarse de productos complejos, no hay que olvidar que las inversiones estructuradas conllevan riesgos, tales como riesgo de liquidez o de contraparte, por lo que deberá asegurarse de comprender plenamente sus características —como el riesgo de liquidez o de crédito, sus comisiones y sus costes asociados— ya que podrían no ser adecuadas para todos los inversores.
Para limitar las posibles pérdidas o para reconstruir posiciones en renta variable, los inversores a menudo optan por obligaciones estructuradas que ofrecen algo de protección bajista frente a movimientos moderados en los mercados, con una mejora al alza de las rentabilidades hasta un límite determinado, como las llamadas buffered return enhanced notes (BRENs). Estos instrumentos se emiten en forma de valores de deuda, y generalmente se vinculan al resultado de un índice de mercado específico, como el S&P 500, como activo subyacente. Las obligaciones con protección o buffers como las BRENs pueden proporcionar una red de seguridad financiera y psicológica, limitando las pérdidas potenciales mediante protecciones bajistas de la cartera, y ofreciendo al mismo tiempo la oportunidad de captar (e incluso mejorar) posibles ganancias. Estas clases de obligaciones a menudo limitan el recorrido alcista, pero existen otras clases, como las obligaciones “market plus”, qué podrían ofrecer rentabilidades no limitadas. Estas clases de obligaciones estructuradas generalmente devuelven el principal de la inversión a su vencimiento. No obstante, debe tenerse en cuenta que en caso de quiebra de la contraparte emisora o de caída del subyacente por debajo de cierto nivel este instrumento podría resultar en una pérdida de parte o la totalidad del principal.
A pesar del riesgo de crédito y de mercado que conllevan las obligaciones estructuradas, a muchos inversores les gusta emplearlas para invertir o para mantener la inversión, porque proporcionan cierto nivel de seguridad. Al reducir la probabilidad de perder la totalidad de la inversión, el uso de obligaciones estructuradas podría ayudar a resistir las fluctuaciones de mercado a corto plazo y a mantener la inversión en el largo plazo. Estas estrategias de “phase in” o “entrada por fases”, tal y como se denominan, operan a favor del inversor, reduciendo el riesgo de equivocarse al elegir el momento de realizar la inversión.
Por muy robusta que haya sido la recuperación económica en los últimos trimestres, sigue habiendo muchos riesgos. El gasto de consumidores se está debilitando y la incertidumbre geopolítica acecha. Resulta esencial diversificar la cartera y, en el momento actual, observamos distintas maneras de enfocar la obtención de rentas de inversión.
Es posible planificar una generación de ingresos eficiente que complemente a los bonos tradicionales. Si se produce un escenario concreto en el mercado o incluso posibles correcciones, los inversores pueden utilizar obligaciones “cap coupon”, o de cupón limitado, como fuentes de ingresos diversificados para la cartera. Las obligaciones cap coupon se llaman así porque pagan un cupón hasta un límite determinado. Dependiendo de la estrategia elegida, estas obligaciones pueden obtener rentabilidades positivas incluso en caso de caída del subyacente, de forma similar a los bonos a largo plazo.
Las obligaciones cap coupon pueden ser herramientas atractivas de la cartera en un mercado estable o plano, permitiendo a los inversores obtener ingresos constantes a pesar de las fluctuaciones de los mercados dentro de un rango. Como ya hemos mencionado, algunas estructuras podrían incluso generar rentabilidades positivas en caso de caída del mercado, un perfil que gustará a los inversores que buscan rentabilidades no correlacionadas. Al igual que en todos los productos estructurados, las obligaciones cap coupon podrían provocar una pérdida de la inversión, y pueden conllevar riesgos de tipo de interés, de crédito y de mercado, por lo que debe asegurarse de analizarlos detenidamente antes de incorporarlos en su plan patrimonial.
También nos gustan los valores preferentes, que no son productos estructurados ni derivados, sino que forman parte de la estructura del capital social de las sociedades.
A primera vista, los valores preferentes parecen valores de renta fija, pero en realidad son valores híbridos que tienen características tanto de las acciones como de los bonos. Suelen ofrecer una renta constante, como los bonos, lo que podría ayudarle a diversificar sus inversiones, pero también pueden subir de precio como las acciones.
No obstante, no todos los valores preferentes son iguales, y además conllevan ciertos riesgos, incluyendo el riesgo de liquidez, de contraparte y de crédito. Mejor considerar la inversión en valores emitidos por entidades financieras de gran tamaño.
De cara al futuro, esperamos que la economía siga creciendo con fuerza, aunque los tipos de interés permanezcan altos durante más tiempo. En este entorno, puede utilizar obligaciones estructuradas para complementar sus estrategias de inversión básicas, como las distribuciones en renta variable. Estas herramientas financieras le permitirán participar en las rentabilidades alcistas, incrementadas mediante el apalancamiento, de una acción o sector en particular, basándose en la firmeza de su convicción, o bien posicionar su cartera para captar rentabilidades futuras sin necesidad de desplegar más capital para comprar más acciones.
Todo esto puede suponer una mejora para su cartera.
Por ejemplo, si tiene una convicción específica sobre el mercado, puede utilizar obligaciones estructuradas para apalancar su distribución en renta variable. Esto se hace personalizando su exposición utilizando obligaciones estructuradas, como por ejemplo una return-enhanced note (REN). Esta clase de producto pretende aprovechar y amplificar las rentabilidades positivas de un sector o clase de activo seleccionado, potencialmente hasta un límite.
Siempre que el activo subyacente no cierre por debajo de su precio inicial al vencimiento del REN, la obligación devolverá el principal más una rentabilidad por el recorrido alcista, amplificada, ya que los RENs incluyen apalancamiento. Si el activo subyacente cierra por debajo del precio inicial, algunos RENs ofrecen protección del principal, total o parcial, aunque otros podrían resultar en una pérdida. El resultado dependería de las condiciones específicas del REN.
Por ejemplo, si el mercado sube un 10% y la obligación estructurada ha sido personalizada para mejorar las rentabilidades en 1,5 veces, la posición podría reflejar una subida del 15% —con una rentabilidad posiblemente superior a la del mercado— dependiendo de las condiciones particulares de la obligación.
En el momento actual, en el que los mercados están marcando máximos históricos, invertir puede dar algo de vértigo, pero las obligaciones estructuradas, que ofrecen protección bajista y rentabilidades alcistas atractivas, pueden ser una forma interesante de salir de la liquidez y lanzarse a invertir.
La volatilidad bursátil es inevitable, pero es posible estar preparado para ella. Para inversores adecuados, la incorporación de productos estructurados y derivados en la estrategia de su cartera puede ayudar a incrementar las rentabilidades, proteger las inversiones y acceder a fuentes de ingresos diversificadas. Ante los riesgos geopolíticos que se avecinan este año, la utilización de productos estructurados —especialmente las obligaciones estructuradas— podría ayudarle a navegar mejor por un mundo inestable, aprovechar oportunidades de crecimiento y, lo que es más importante, mantener la inversión.
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