Carteras más inteligentes para un mundo en transición
Los cambios son profundos —aunque a veces son difíciles de percibir. En la actualidad, gran parte de lo que define el entorno de inversión está en transición. Sin embargo, puede que aún no podamos apreciar el alcance y la profundidad de los cambios.
Consideren lo siguiente:
- La economía está en transición, pasando de una desinflación persistente a un riesgo inflacionista tanto del lado de la demanda como de la oferta.
- Las políticas están en transición, pasando de una política monetaria ultra expansiva a otra más convencional, y de políticas fiscales restrictivas al activismo fiscal.
- La tecnología está en transición, a medida que empieza a aflorar el potencial de la inteligencia artificial.
- El clima está en transición, de las energías convencionales a las renovables.
Para los inversores, estamos en un momento propicio en muchos sentidos, que exige actuar, creando carteras más inteligentes para un mundo en transición.
Con la economía y los mercados en constante cambio, puede que las propias carteras tengan que hacer una transición. Esto quedó especialmente claro en 2022, cuando los inversores se dieron cuenta de que, aunque los bonos servían de cobertura para los activos de riesgo frente a caídas del crecimiento, no lo hacen frente a la inflación.
En este momento, creemos que una distribución 60/40 (60% renta variable, 40% renta fija) puede volver a constituir la base de las carteras. No obstante, hay mucho que explorar más allá del 60/40. Parece que en la actualidad los mercados ofrecen un conjunto de oportunidades atractivas y diversas, sean cuales sean sus objetivos de rentabilidad o su tolerancia al riesgo.
Ésta es una de las conclusiones principales de la 28ª edición anual de las presunciones a largo plazo para los mercados de capitales de J.P. Morgan (Long-Term Capital Market Assumptions o LTCMAs), publicadas recientemente.
Planes patrimoniales, distribuciones optimizadas
Las presunciones LTCMA son obra de más de 60 profesionales de inversión de la división de Asset & Wealth Management de J.P. Morgan. Analizan más de 200 clases de activos y estrategias para proporcionar perspectivas de rentabilidad con un horizonte de inversión de entre 10 y 15 años. Estas perspectivas anuales nos ayudan a fijar nuestra distribución de activos estratégica y potenciar las herramientas que utilizamos para crear carteras adaptadas a sus objetivos.
Cuando usted se sienta con su equipo de J.P. Morgan para elaborar o revisar su plan patrimonial, las presunciones de rentabilidad de J.P. Morgan Asset Management ayudan a crear un marco de inversión más informado y personalizado, que considera sus circunstancias particulares, su tolerancia al riesgo, sus necesidades de liquidez y los resultados financieros deseados. Actualizar su plan cada año con nuestras últimas perspectivas también puede ayudarle a optimizar su distribución de activos y mostrarle un camino más claro para lograr sus objetivos financieros con confianza.
Salir, ampliar, mejorar
Para crear una cartera más inteligente, que le ayude a aprovechar las oportunidades de un mundo en transición, mitigando los riesgos asociados, las presunciones LTCMA sugieren tomar las siguientes medidas:
Salir de la liquidez y adentrarse en los activos tradicionales
Puede que, en la actualidad, la rentabilidad de la liquidez sea alta (y siempre es importante mantener una cantidad adecuada en un apartado de liquidez bien financiado). No obstante, históricamente, todas las principales clases de activos han obtenido mejores rentabilidades que la liquidez en el horizonte de inversión de 10 a 15 años contemplado en las LTCMAs.
Ampliar el conjunto de oportunidades, especialmente con activos alternativos (incluyendo inmobiliario, infraestructuras, private equity y hedge funds)
Las LTCMAs sugieren que, en particular, los activos físicos pueden ayudarle a protegerse frente a la inflación y proporcionar beneficios de diversificación a la cartera. No obstante, es importante recordar que la inversión en activos alternativos a menudo implica un mayor grado de riesgo que la inversión en activos tradicionales.
Mejorar los resultados de la cartera a través de una distribución activa y de la selección de gestores
Tenga en cuenta que las rentabilidades de mercado potenciales de las LTCMAs se refieren solo al “beta” —es decir, reflejan las rentabilidades de mercado, pero no las posibles rentabilidades adicionales derivadas de una buena selección de los gestores. Dado el mayor coste de capital esperado en un horizonte de inversión de entre 10 y 15 años, la selección de gestores podría tener un papel cada vez más importante.
Inflación y crecimiento ligeramente más altos
Como siempre, la elaboración de presunciones a largo plazo comienza con una perspectiva macroeconómica.
Las LTCMAs de este año consideran el efecto de múltiples transiciones, en los campos de la economía, la política, la tecnología y la energía. Estas transiciones probablemente tengan efectos variados en el crecimiento y en la inflación a nivel global, en momentos distintos y en regiones y sectores diferentes.
Creemos que la transición tecnológica tendrá un efecto positivo en el crecimiento, aunque el calendario y la magnitud de este efecto son inciertos, esperamos que la inteligencia artificial ayude a incrementar la productividad, lo que podría impulsar el PIB. El mayor crecimiento de la población activa en Estados Unidos y el aumento de la inversión en la transición energética en Europa también podrían servir de apoyo al crecimiento.
En general, en las LTCMA aumenta ligeramente la presunción de crecimiento del PIB global, al 2,4%.
Se espera una subida de la inflación. Por ejemplo, en Estados Unidos, la Eurozona y el Reino Unido, las LTCMAs prevén una tasa del 2,4% para los próximos 10 a 15 años, muy por encima del ritmo de inflación de la segunda década del siglo.
El mayor crecimiento salarial impulsa las presunciones de inflación, del 1,8% al 2,2% en la Zona Euro y del 0,9% al 1,4% en Japón (donde durante mucho tiempo la inflación parecía una perspectiva improbable). La presunción de inflación de las LTCMA para Estados Unidos experimenta una ligera caída, del 2,6% al 2,5%.
Potencial de rentabilidades más altas de la renta fija y más bajas de la renta variable
Los altos tipos de interés de referencia respaldan las presunciones de las LTCMAs para la renta fija. La presunción de la liquidez en dólares estadounidenses sube 50 puntos básicos, al 2,9%, y la presunción para los bonos Global Aggregate sube 40 puntos básicos, al 5,1%.
Tras el reajuste de los rendimientos, los bonos podrían ofrecer rentabilidades reales altas dentro del complejo de la renta fija. Fundamentalmente, creemos que los inversores pueden volver a confiar en la renta fija para obtener ingresos y diversificación frente a perturbaciones del crecimiento relacionadas con la desinflación.
Las rentabilidades esperadas de la renta variable según las LTCMAs caen tras la subida de 2023, pero no tanto como podría esperarse. Esto se debe, en parte, a que las perspectivas anticipan que los márgenes de beneficio de las empresas serán más altos que la media histórica. Esta opinión refleja el mayor valor de mercado de algunas compañías especialmente rentables, con una alta rentabilidad del capital (muchas de ellas en el sector tecnológico).
Aun así, las perspectivas de la renta variable global según las LTCMAs caen 70 puntos básicos, al 7,8% —sigue siendo una rentabilidad potencial alta. Además, las LTCMAs de este año reducen el diferencial entre las rentabilidades de la renta variable de los mercados desarrollados y las de los mercados emergentes.
Las expectativas de rentabilidad de las compañías estadounidenses de gran capitalización caen del 7,9% al 7,0%, lo que refleja sus valoraciones más altas. Según las LTCMAs, los mercados desarrollados fuera de Estados Unidos ofrecen perspectivas atractivas. Las perspectivas sugieren que los márgenes de beneficio encontrarán apoyo en varios factores: en Europa, con un movimiento sectorial hacia sectores más rentables, y con mayor rentabilidad del capital; mejoras en la productividad, incluyendo la mayor adopción de la inteligencia artificial y unos precios que no acaban de volver plenamente a sus niveles anteriores a la pandemia.
En contraste, las presunciones de las LTCMA para la renta variable de los mercados emergentes se han moderado. Los inversores se muestran cada vez más escépticos con las perspectivas de la renta variable China, y no están dispuestos a pagar múltiplos altos. No obstante, dado que las acciones chinas no participaron en la subida de 2023, su punto de entrada más bajo apoya las rentabilidades esperadas.
Activos alternativos: Resistencia frente a la inflación, potencial de rentabilidades más altas
Los activos alternativos son posiblemente el elemento más brillante de las perspectivas de rentabilidad de las LTCMAs este año. (Volvemos a señalar que la inversión en activos alternativos a menudo implica un mayor grado de riesgo que la inversión en activos tradicionales).
Los argumentos a favor de la inversión en mercados privados provienen de la resistencia a la inflación que han demostrado las inversiones alternativas, así como sus mejores rentabilidades.
Las ventajas de los activos físicos (que incluyen infraestructuras, inmobiliario, transportes y explotaciones madereras) como cobertura frente a la inflación suponen que éstos podrían resultar especialmente útiles en el horizonte de inversión de las LTCMAs. Las proyecciones de rentabilidad de las infraestructuras globales (tradicionales) que podrían recibir un impulso de la transición energética aumentan del 6,3% al 6,8%.
A pesar de algunos problemas —ya señalados— en algunos segmentos del inmobiliario comercial estadounidense y la persistente debilidad de China, creemos que las perspectivas del inmobiliario tradicional son buenas. (Por ejemplo, la rentabilidad esperada de los activos inmobiliarios estadounidenses ha aumentado del 5,7% al 7,5%).
La proyección de rentabilidades de las inversiones alternativas financieras en las LTCMAs presenta una imagen más desigual —muestra una fuerte subida en el capital riesgo y los préstamos directos y una ligera caída del private equity (que refleja la caída de las rentabilidades de los mercados de renta variable) y los hedge funds.
En general, en los últimos 30 años, los ingresos del inmobiliario han superado a la inflación
En todos los sectores y estrategias de las inversiones alternativas los resultados futuros podrían mostrar una mayor dispersión de las rentabilidades, dependiendo del gestor individual. Esta dispersión subraya la importancia de la selección de gestores a la hora de invertir en activos alternativos.
Divisas: Un nuevo camino hacia el declive del dólar
En nuestra opinión, el dólar estadounidense sigue estando sobrevalorado, y parece que caerá frente a la mayoría de las otras divisas en un horizonte de inversión de entre 10 y 15 años. No obstante, a más largo plazo creemos que serán los movimientos en los flujos de capital, y no los diferenciales puros de los tipos de interés y del crecimiento económico, los que marquen el camino a las divisas.
En este artículo, nos centramos especialmente en la Eurozona y Japón. Ambas regiones han sufrido un largo periodo de resultados claramente inferiores en cuanto a crecimiento nominal, tipos de interés y mercados de renta variable. Parece que este periodo ha terminado. A medida que los flujos de capital vuelvan a la Eurozona y a Japón, es probable que se fortalezcan sus divisas, amplificando el declive del dólar.
Las perspectivas de un nuevo camino hacia el declive del dólar podrían ser especialmente interesantes para muchos de nuestros clientes, cuyas carteras están sobreponderadas en dólares y activos estadounidenses. Las estrategias de cobertura de divisa se diseñan para ayudar a mitigar el riesgo de tipo de cambio, y podrían ofrecer posibilidades tanto de diversificación como de mejora de la rentabilidad de las carteras.
Afrontar el desafío de la diversificación
Está claro que la diversificación de las carteras supondrá un desafío persistente a medida que el entorno económico pase por el actual estado de transición. (Esconderse en la liquidez puede resultar tentador, pero hay que recordar que históricamente la liquidez ha obtenido resultados inferiores a largo plazo).
El primer principio de la diversificación de las carteras es que hay que mantener tanto renta variable como renta fija —pero sólo es el principio. Esto se debe a que, aunque la renta fija brinda una buena protección a las carteras con activos de más riesgo (por ejemplo, acciones y crédito high yield) frente a perturbaciones en el crecimiento económico, no lo hace frente a la inflación. Los inversores aprendieron esta lección en 2022, cuando tanto la renta variable como la renta fija acabaron el año en pérdidas por primera vez desde 1974.
Hace un año, el mensaje de las LTCMAs se centraba en el aumento de las rentabilidades esperadas del conjunto tradicional de activos de los mercados cotizados. Este año, se habla más bien de la amplitud de oportunidades disponibles en los mercados de activos en general. Cuando el riesgo de inflación viene tanto del lado de la demanda como del de la oferta, y uno ya no puede fiarse de la correlación negativa entre renta variable y renta fija, los inversores tendrán que explorar distintas clases de diversificación para proteger sus carteras y aumentar las rentabilidades potenciales.
Podemos ayudar
Las presunciones de capital a largo plazo de J.P. Morgan Asset Management indican que los mercados pueden ofrecer un sólido potencial de rentabilidad en distintas clases de activos, y nuevas oportunidades de diversificación de las carteras. Es un buen momento para elaborar o revisar su plan patrimonial y asegurarse de que va por el buen camino. Póngase en contacto con su equipo de J.P. Morgan.
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