Haga que la aptitud financiera forme parte del programa de “vuelta al cole” con estos sencillos ejercicios.
Amanda Lott, Executive Director, Head of Goals-Based Planning
Jeff Kreisler, Head of Behavioral Science for J.P. Morgan Private Bank
Padres y otros mayores: este otoño, en el que los más jóvenes vuelven a la escuela de forma presencial tras pasar meses en casa durante la pandemia del COVID-19, podrían estar ante una oportunidad única.
Pueden tomar este nuevo comienzo para ayudar a los jóvenes de su familia a dar forma a sus vidas financieras, asegurándose de que cogen el buen camino.1
Para ayudarle, le sugerimos algunas acciones que podría adoptar para ayudar a los miembros de su familia a evitar (o al menos mitigar) algunas tendencias humanas básicas a las que son especialmente susceptibles los adolescentes y veinteañeros: los “costes de oportunidad”, la “prueba social” y la “relatividad”.
Estos conceptos, desarrollados por las ciencias del comportamiento, son fáciles de definir. El desafío está en reconocer estas tendencias y no dejar que hagan descarrilar nuestros planes. Este conocimiento de uno mismo puede ser especialmente importante para jóvenes con un patrimonio significativo y que viven en un entorno acomodado.
Afortunadamente, nuestros especialistas pueden ofrecerle algunas ideas y formas concretas para ayudar a sus seres queridos.
Costes de oportunidad
Aunque los principios básicos del coste de oportunidad son fáciles de entender (es decir, que, cuando utilizamos el dinero para algo, ya no lo podremos usar para otra cosa), a la gente a menudo le cuesta ver y considerar plenamente cuáles son las contrapartidas. Esta evaluación global puede resultar especialmente difícil para adolescentes y jóvenes que a veces no tienen claras las prioridades y que carecen de conocimientos suficientes sobre el mundo. Además, para los jóvenes de familias acomodadas, la cuestión de cuáles son los “recursos financieros” puede ser complicada.
Puede que podamos permitirnos todo lo que nuestros hijos quieran gastar, pero podría ser imprudente evitar ponerles límites si queremos educar a adultos capaces de tomar decisiones financieras acertadas. Después de todo, con el tiempo, hasta las grandes fortunas pueden desaparecer por gastar más de la cuenta, y hasta los multimillonarios deben tomar decisiones financieras.
Para enseñar a los jóvenes a tomar buenas decisiones de gasto y a considerar las contrapartidas, los especialistas sugieren estos ejercicios:
- Hacer la contabilidad — Enseñe a los jóvenes de su familia todo lo que pueda sobre cuánto cuesta mantenerlos. Esta imagen clara sobre el coste real de su estilo de vida actual podría ser una de las lecciones más importantes que les pueda enseñar. Puede darles una idea más clara de qué clase de carrera y qué decisiones financieras/de estilo de vida deberán tomar, y qué contrapartidas deberán asumir en el futuro si desean mantener su estilo de vida.
- Empoderar a los jóvenes de su familia — Identifique los gastos que quiere que gestionen ellos, y ordene transferencias periódicas a sus cuentas corrientes individuales suficientes para cubrir estos gastos.Además del gasto fijo y del gasto individual discrecional, podría considerar la posibilidad de pedir a los jóvenes que gestionen el seguro de su coche y todos sus gastos de compra de ropa y aseo personal, más los gastos de sus actividades extracurriculares. Para los estudiantes universitarios, podría también ponerles a cargo de su presupuesto de alimentación, material escolar y gastos vacacionales individuales. Deje claro que el importe que les transfiere es fijo, pero que él tendrá autonomía sobre cómo gastarlo en las distintas categorías que debe cubrir.
- Hacerles responsables — Esta acción podría ser la más difícil y la más necesaria de todas. Probablemente, sus hijos cometerán errores. Por ejemplo, podrían gastarse toda su asignación de un mes en un par de semanas, y no quedarles nada para gastar en cosas como un plan de fin de semana de última hora con amigos al final del mes. Haga todo lo que pueda para que experimenten (algunas) consecuencias (sin “rescatarles”, dentro de lo razonable, y según sus valores).
Una forma de quitar el juicio parental de la ecuación en las conversaciones sobre sus decisiones financieras es sugerir que se pregunten “¿Cómo decido gastar mi dinero y por qué?”, y hacerles saber que la respuesta es sólo para ellos.
Prueba social
La mayoría de las personas se ven influidas por cómo creen que se comportan quienes les rodean. Aunque puede ser muy útil saber lo que realmente hacen otras personas en nuestras circunstancias, puede ser perjudicial seguir a la multitud o la última tendencia sin considerar nuestras necesidades y nuestra realidad personal.
Evidentemente, los jóvenes son más propensos a seguir al rebaño en su propio detrimento. Además, es posible que esta prueba social perjudicial se haya hecho más potente durante la pandemia, donde el postureo de los amigos en las redes sociales puede haber sustituido a las interacciones personales que a menudo les hacían volver a la realidad.
Curiosamente, nuestros especialistas afirman que las influencias externas sobre los jóvenes tienden a ser más fuertes cuando la cultura familiar no está claramente definida. Por ello, sugieren lo siguiente:
- Ser muy claro, y positivo, sobre los valores de su familia. Diga en alto a sus hijos: “En nuestra familia, valoramos (completar), y este es el motivo por el que hacemos (completar)”. ¿Cuáles son las prioridades de su familia? ¿Viajar? ¿El emprendimiento? ¿La creación de un patrimonio? ¿La seguridad? ¿La comunidad? ¿La educación? ¿La filantropía? ¿Otra cosa?
- Observe si sus acciones (que comunican sus valores a sus hijos) confirman sus prioridades declaradas. Una forma de comprobarlo es analizar en qué ha empleado su dinero y su tiempo (antes y durante la pandemia).Si encuentra una diferencia entre los valores que afirma y los que vive, o no le queda claro cómo articular mejor los valores de su familia, puede pedir a su equipo de J.P. Morgan que comparta con usted lo que están haciendo otras familias en sus circunstancias, y analizar si estas elecciones podrían ser adecuadas para usted.
- Desarrolle un lema familiar que refleje sus valores. Tener un lema familiar puede dar claridad a sus mensajes y reforzar los comportamientos deseados. Puede incluso pedir a sus hijos que le ayuden a redactarlo. Para que se haga una idea, estos son algunos de los lemas familiares que hemos visto:
En nuestra familia, las experiencias son más importantes que las cosas.
Trabaja duro y sé bueno con los demás.
Valoramos la fe, la familia y la diversión por encima de todo.
Individuales en talentos, unificados en espíritu familiar.
Relatividad
Con demasiada frecuencia, las personas juzgan las cosas en base a su “valor relativo”, y no su “valor real” (el valor real es lo que algo cuesta realmente y lo que realmente vale para nosotros).
Un error común es justificar una compra simplemente porque está rebajada, lo que la hace parecer más atractiva. O, por ejemplo, si todos los que conoce conducen el equivalente a un coche de alta gama, o todos los bolsos de las tiendas en las que compra tienen precios altos, entonces un coche de precio medio o un bolso más modesto pueden parecer, en comparación, una elección más prudente. Los porcentajes también pueden confundirnos: a menudo a la gente le impresiona más una rentabilidad del 10% sobre una inversión de 100.000 dólares, que da 10.000 dólares de beneficio, que la rentabilidad del 3% de una inversión de 5 millones de dólares, que da una rentabilidad de 150.000 dólares.
Para ayudar a sus hijos a prestar atención al valor real frente a la ilusión del “valor relativo”, recomendamos iniciar un diálogo continuo con ellos, y le ofrecemos estas dos maneras de comenzar conversaciones de este tipo:
- Comenten las compras cotidianas. Los alimentos y los productos farmacéuticos sin receta son dos buenas áreas de interés. En ambos, la prima que se paga por el envase y la marca puede ser altísima, y es fácil de demostrar; tan sólo tome un momento para observar y comparar ingredientes en la opción más cara y en la genérica.
- Comparta con sus hijos su proceso de toma de decisiones al comprar artículos de gran valor, destacando qué tiene y qué no tiene valor para usted.
Podemos ayudarle
Para poder hablar claro con los jóvenes sobre los recursos de la familia y sus expectativas de comportamiento, su equipo de J.P. Morgan puede ayudarle a definir sus objetivos a largo plazo. También podemos ayudarle a educar a sus hijos en materia de finanzas e inversiones. Además, si quiere ayuda para definir su lema familiar, pida a su equipo de J.P. Morgan una copia de nuestra publicación Family Governance: How will your family sustain its wealth? Planning for effective stewardship across generations.
Por último, si quiere ver qué puede hacer ahora para iniciar un nuevo comienzo, asegúrese de leer How to turn the economy’s reopening into your financial fresh start.
1 La reapertura de los colegios podría retrasarse debido a la variante Delta. No obstante, el curso escolar comenzará, y ofrecerá a los niños algo parecido a un nuevo comienzo.