El resultado podría producir un escenario de crecimiento “a fuego lento”, lo cual ¿sería algo malo?
Perspectiva de la semana electoral
A fuego lento
El estado de Tejas es famoso por muchas cosas: el Álamo, los cowboys, la música country, su industria energética, y por ser el estado natal de varios ex presidentes norteamericanos. Pero quizás lo más tejano de Tejas sea su barbacoa clásica.
La famosa falda ahumada tejana es la mejor del mundo y, como cualquier conocido en barbacoa le diría, el secreto es cocinarla a fuego lento (a fuego lento y muchas, muchas horas en el ahumador... si se aplica demasiado calor, o demasiado rápido, se arruina).
Mientras los inversores esperan ansiosos el resultado de las elecciones presidenciales, el principio de “a fuego lento” podría ser un buen mantra para intentar comprender el camino que tomarán los mercados. Considere el último ciclo económico desde mediados de 2009 hasta el inicio de 2020:
- El PIB creció un promedio de alrededor de 2% por año.
- La inflación subyacente promedió un mero 1.6%, habiendo incumplido solo en raras ocasiones el objetivo 2% de la Fed.
- El rendimiento a 10 años del Tesoro de los EE.UU. promedió 2.4%.
- El S&P 500 se disparó desde los mínimos de la recesión, generando casi 500% de retornos agregados.
¡Delicioso!
Entonces, ¿qué relación tiene la elección presidencial de este año con el mantra de “a fuego lento”? Tiene que ver con el concepto de la Ola Demócrata. Antes de las elecciones, las encuestas sugerían la clara posibilidad de una Ola Demócrata, en la que los votos demócratas podrían barrer con mayorías significativas en la Cámara y el Senado, además de una victoria de Biden en la contienda por la Casa Blanca.
Resulta entonces que los encuestadores se confundieron otra vez. Si bien todavía es demasiado pronto para anunciar el resultado de las elecciones, probablemente sea seguro decir que una gran Ola Demócrata está esencialmente fuera de las posibilidades. Es técnicamente posible que los demócratas empaten con el partido Republicano para los 50 escaños en el Senado, con el vicepresidente rompiendo el empate... pero eso está muy lejos de la mayoría más amplia implícita en el concepto de la Ola Demócrata. Y esta diferencia importa, y mucho.
Por un lado, las probabilidades de un paquete de estímulo masivo de varios billones de dólares se han derrumbado junto con las perspectivas de una Ola Demócrata. Esto debería aliviar cualquier riesgo de sobrecalentamiento de la economía, permitiendo que tanto la inflación como las tasas se mantengan a raya durante mucho más tiempo. Sin embargo, millones de estadounidenses siguen desempleados debido a las consecuencias de la pandemia y muchas pequeñas empresas siguen sintiendo la presión. Seguimos creyendo que el gobierno federal debe entregar y entregará a su debido tiempo un paquete de ayuda de fase cuatro para ofrecer algo de alivio, pero es probable que se éste se encuentre en el extremo inferior de las estimaciones. Esperamos que los mercados se lo tomen con calma. Además, es menos probable que se produzcan cambios importantes en la política fiscal con un gobierno dividido, por lo que los más preocupados por los aumentos de impuestos pueden respirar tranquilos.
La acción del mercado parece confirmar esta teoría. Desde el martes, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años han caído -10 puntos básicos y la curva de rendimiento se ha aplanado (un sello distintivo de una perspectiva de crecimiento más lento). En cuanto a la renta variable, los inversores acudieron en masa a áreas del mercado con un historial demostrado de crecimiento resistente y superior a la media del mercado: Los grandes nombres de mega-capitalización en sectores tecnológicos se dispararon, impulsando el índice NASDAQ 100 de alta tecnología a un ascenso de +7.1% y ayudando al S&P 500 a registrar una ganancia +4.2%. Cuando el crecimiento es escaso, las cosas que crecen se vuelven más valiosas. La volatilidad pasó a un hervor a fuego lento (el índice VIX cayó de 37.3 en el día de las elecciones a 27.6) a medida que los inversores obtuvieron más claridad sobre los matices de los resultados.
En última instancia, independientemente de quién gane la Casa Blanca, parece cada vez más probable que estemos ante un gobierno más dividido. Esto se presta, por su naturaleza, a un ciclo lento. Entonces, ¿cómo creemos que los inversores deben posicionar sus carteras en el actual entorno?
- Apóyense en las mega tendencias para encontrar crecimiento: La digitalización está alterando la forma en que trabajamos, socializamos y operamos en general. Los avances en el cuidado de la salud están haciendo que las soluciones médicas sean más eficaces y accesibles. La escasez de recursos, la mejora de la economía y las iniciativas gubernamentales globales están dando cada vez más protagonismo a la sostenibilidad. La elección no altera la trayectoria de estas tendencias y creemos que las oportunidades de inversión que las habilitan o se benefician de éstas ofrecen oportunidades alcistas muy atractivas.
- Busquen rendimiento para generar ingresos: El flujo de ingresos puede ayudar a suavizar los rendimientos de la cartera y contribuir a un crecimiento agregado. El rendimiento es difícil de conseguir, pero vemos un terreno fértil para los recolectores de crédito en los EE.UU. y mercados emergentes.
- Refuercen carteras con activos defensivos para navegar la volatilidad: La volatilidad es una característica, no un error, de toda inversión. Incluso con las elecciones (casi) en el espejo retrovisor, es solo cuestión de tiempo hasta que surja otro elemento que genere nerviosismo en el mercado a corto plazo. Las asignaciones a activos de alta calidad y flujos de rendimiento diferenciados –ya sean bonos básicos, acciones de crecimiento con dividendos de primer nivel (blue-chip), fondos de cobertura administrados tácticamente– pueden levantar una cartera cuando el mercado baja.
A medida que se cuenten las últimas papeletas y nos acerquemos a un resultado electoral claro, J.P. Morgan está aquí para ayudarle a navegar sus decisiones de inversión y planificación.
Todos los datos de mercado y económicos a partir del 6 de Noviembre 2020 y obtenidos de Bloomberg y FactSet a menos que se indique lo contrario.
Creemos que la información contenida en este material es confiable pero no garantizamos su precisión o integridad. Las opiniones, estimaciones y estrategias de inversión y puntos de vista expresados en este documento constituyen nuestro juicio basado en las condiciones actuales del mercado y están sujetos a cambios sin previo aviso.
CONSIDERACIONES DE RIESGO
- El rendimiento pasado no es indicativo de resultados futuros. No puede invertir directamente en un índice.
- Los precios y las tasas de rendimiento son indicativos, ya que pueden variar con el tiempo según las condiciones del mercado.
- Existen consideraciones de riesgo adicionales para todas las estrategias.
- La información proporcionada en este documento no pretende ser una recomendación o una oferta o solicitud para comprar o vender ningún producto o servicio de inversión.
- Las opiniones expresadas en este documento pueden diferir de las opiniones expresadas por otras áreas de J.P. Morgan. Este material no debe considerarse como informe de investigación de inversión de J.P. Morgan.